En su alma lleva una pena
que no puede disimularla:
No dejara descendencia en esta tierra;
arrebataronle esa dicha inmaculada.
Entre sus brazos no tendrá un infante
para acurrucarlo y para apapacharlo;
Sangre de su sangre y carne de su carne,
fruto del amor fecundo y apasionado.
No oirá el llanto de su niño
ni se empaparan sus labios
con canciones de cuna,
Asi lo quiso el destino impío,
y esta es la razón de su amargura.
Noches enteras miro al cielo
rogando a Dios por ese hijo que no vendrá;
Quebranto y desolación hay en su pecho,
y una tristeza mas grande que la inmensidad.
El sol no acariciara su frente
ni el ruiseñor cantara en su balcón;
Ese niño que fue su deseo mas ferviente
hoy es un lirio que en el jardín se marchito.
El céfiro se llevo sus suspiros
y sus lagrimas se las bebió el huerto;
Los astros dibujan el rostro de su niño
y su gemido se escucha
como un desgarrador lamento.
- Autor: nando_barra (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de marzo de 2021 a las 00:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
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