Cruza la ría,
volando, una gaviota
sin rumbo fijo.
¿Irá a la costa?..
(te dices y preguntas
mientras la sigues).
Y van tus ojos
siguiendo el aleteo
de esa gaviota.
El mar se aplaca,
ya baja la marea
muy enfadada.
Lucha feroz
que siguen las resacas
y las corrientes.
La luna asoma.
Se muestra muy coqueta.
¡Cautivadora!
Y mientras tanto
un tierno corazón
sigue latiendo.
Corre, galopa,
la sangre se le altera.
¡Va desbocado!
¡Es el amor
que rompe las cadenas!,
(Dice la luna)...
Rafael Sánchez Ortega ©
11/11/20
Cuando llega la tarde las gaviotas se retiran y marchan a la costa o a donde tienen sus nidos que suele ser en riscos y peñas cerca del litoral y donde el hombre no las moleste. En este caso hay un espectador, que puede ser un niño o un adulto con alma de niño. Las ve pasar y se pregunta que a dónde van. Luego se contesta y se dice que van a la costa, ¿a dónde más pueden ir?... Entonces siente un latir furioso del corazón y siente como la sangre se le altera. Sonríe... Él sabe los motivos y la respuesta. ¡Está enamorado!
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2021 a las 08:07
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Nelly Castell, Martha patricia B, Augusto Fleid, alicia perez hernandez
Comentarios2
Muy hermoso tu poema con alas de libertad y sentimiento, abrazos
Gracias Nelly.
Un abrazo.
Siempre es un gusto disfrutar de tu ARTE POETICO en bellos de preciosos versos
saludos poeta
Gracias Alicia.
Un saludo.
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