Policía criminal cree " fortuito" el suicidio de un inmigrante.

angelillo201





El origen de esta historia es una crónica sobre estos tiempos difíciles donde se han desatado las fuerzas vivas policiales. Campan a sus anchas por el estado actuando como una panda de salvajes reaccionarios en una operación por desmembrar posibles luchas sociales, feministas, igualitarias, sindicales, y estudiantiles.
El increíble archivo por un juez de la muerte de “ Marouane” un inmigrante de un CIEs por suicidio fortuito y sin responsabilidades a los policías con los que paso acompañados sus últimos momentos de vida agonizante . Sumando esto a mí sentencia a prisión por sátiras, y el acoso de años y años que me ha dejado graves secuencia físicas y psicologicas que se han materializado en un reciente colapso de mi cuerpo. Es más que probable y creíble tras el calvario de “Marouane” probado de todas las maneras posibles , fotos, testigos, partes médicos, que para cualquiera menos para el juez archivador vería el delito de inducción al suicidio de los agentes .
Ya que justicia no se va a hacer, la presente obra pretende solo gritar contra los que golpean impunemente, algo muy normal por ejemplo cuando alguien recibe un mazazo de un juez en la mano dar un grito.

A la memoria de Maruane.

Mi salida de urgencias del ambulatorio de Vall d´Uixó en la que he sido atendido nada más entrar por la puerta vomitando y mostrando un gran dolor estomacal , será archivada como algo sin importancia. El diagnostico oficial ha sido: varón intoxicado por comer caballa nacional.
No estoy conforme con esta conclusión.
El único que puede reabrir el caso soy yo, y lo hago contradiciendo el diagnostico del médico.
¿ qué le ha ocurrido a un cuerpo sano sentenciado a prisión por una juez para que se colapse durante unas horas?
Cuelgo las fotos de mi convalecencia en mis redes sociales. Estoy yo en una cama de hospital con goteros. Escribo bajo la foto mi interpretación :

“Esta es la reacción de mi cuerpo ante una situación de represión y acoso mantenida durante años cuyo diagnostico es: “estrés postraumático. Sin embargo se ha culpado oficialmente a la caballa de mi malestar y archivado el caso”

Volvamos al momento en el que entro a la sala de urgencias y un doctor me pide que le acompañe a su consulta. Ya ha cerrado la puerta y estamos solo. Me pide que me tumbe en la cama.
El doctor es un hombre alto, muy corpulento , de unos 50 años. Su aspecto es de inteligente y noble.
¿ qué le ocurre? Cuénteme- me dice con voz tranquila, sereno, dando confianza.
Con las manos apretando el vientre :
me duele mucho el estomago .
¿ qué es lo último que ha comido?-
Lo último que comí fue ayer caballa- le confieso de forma inmediata.
Ante mi respuesta inmediata que parece enseñada hace cara de extrañado como su faltara algo más.

¿ solo caballa? bien¿ no se acompañó de algún tipo de salsa con la caballa?- me pregunta el doctor extrañado de una alimentación tan austera.
No, la caballa sola asada con una ensalada de lechuga, tomate, cebolla y atún.
por los alimentos que describo que he tomado le parece extraño mi mal estado de salud.
Se acerca hacia a mí para observarme de más cerca. Me pregunta mirándome con su cara serena y agradable.
¿ sufre usted estrés?
el habitual- trato de evitar decir la verdad por si fuera un policía disfrazado de médico. Nunca se sabe donde pueden estar vigilando un policía secreta. Últimamente corre la voz de que se hacen pasar por médicos y enfermeras para controlar la población disidente del movimiento de la tercera edad yayoflauta.
Comprendo- me dice el médico que no me cree- se aleja hablando en voz alta ignorando mi presencia. balbuceo con gran dolor revolcándome por la camilla a un lado y otro:
Ahhhh, ahhhhh, doctor me duele mucho-
Anota distraído hablando consigo mismo el doctor: posible golpe de digestión. El último coletazo de una caballa rebelde. ja., ja.ja.
De repente se gira hacia mí con sus papeles en la mano como si hubiera recordado algo. su rostro parece fascinado por algún recuerdo. Coge una silla y se sienta a mi lado haciéndome una confesión junto la camilla.
Sabe una cosa, las caballas son peces con mucha personalidad por ser azules. Yo creo que todo ser que sea azul es un ser increíblemente superior. ¿ por qué? Me dirá. Por qué la sangre azul se adapta mejor a la lucha por la supervivencia. Por ejemplo el tiburón es de sangre azul, o el pez emperador, sin embargo el pez bobo, el pez globo, el pez payaso son de sangre roja. Su vida es una triste representación en la adaptación a la vida. ¿ qué opina usted?
Puede ser doctor- respondo con mucho dolor- quizás eso explique porque instintivamente cuando la pescadera me pregunta si deseo que si le corte la cabeza a la caballa le digo que no.
Voy a tocarle el estomago, eso estimulara su cabeza.
Me pega pequeños puñetazos en el viente. Espere doctor, me duele mucho, Hablaré. Cuando usted me ha preguntado por si sufría estrés, me ha venido a la memoria que hace años sufro acoso institucional desde servicios sociales, policial y judicial. Servicios sociales me quitan los subsidios para que este hundido en la pobreza, los otros me ha sentenciado a prisión recientemente después de un proceso de investigación de ocho años con medidas cautelares durante años como fichar en los juzgadas y estando amenazado de ir 6 años a prisión . En estos momentos atiende usted a un penado con seis meses de prisión por incitar al odio con unas sátiras donde me uno a obispos ultra conservadores que destetan a los comunistas y patrocinan atentando contra ellos,, y a policías que matan al presidente del gobierno por exceso de socialdemocrata al confundirlo con un terrorista anarquista cuando va a firmar una ley a favor de los pobres, una amnistía para sacar de la la cárcel a los presos políticos y cerrar los centros de internamiento para inmigrantes. Aunque no he conseguido fama ni premios literarios con estas sátiras. Solo tengo renombre para que me linchen de forma habitual. sufro también estigmanitización patronal al ser calificado como un disidente, y tengo fama por mis manifestaciones de perturbado mental. En la administración local de mi pueblo no me quieren ni de barrendero. Si, creo que sufro un poco de estrés por eso me he hinchado como un pez globo.
EL médico sonriendo me da la razón , sigue palpándome el vientre.
Extienda el brazo- ordena y obedezco- voy a inyectarle unos calmantes.
con una aguja me conecta sueros y calmantes. Estoy varias horas en la camilla notando como se me va desinflando el estomago.
Mejor de sus ideas- me pregunta el médico cuando me visita para cambiar los goteros.
Quiero hacerme emprendedor- le respondo cuando me desconecta de la jeringuilla.
El doctor me acaricia la mejilla como un amigo.
Buen chico, le ha cambiado la polaridad gracias al suero.

¿ qué es la polaridad doctor? Pregunto intrigado.
El doctor me responde con una sonrisa de erudito.
Vera, un cuerpo sano como el mio es un cuerpo alcalino. Un médico es como un agricultor, debe controlar el PH de sus pacientes, como el agricultor de la tierra. La enfermedad viene cuando se cambian la polaridad y un cuerpo alcalino se vuelve ácido. Usted , por mantener ciertas ideas se ha estado acidificando. Su base es alcalina, un buen muchacho, si abandonada la acidez podrá tener un vida sana y normal.
Yo perplejo observo al doctor sorprendido. Dudando de que sea doctor.
Vaya, mi psicóloga no me lo explico de forma tan sencilla. Me diagnostico por mi situación de acoso, judicialización, el tener la cárcel a la puertas,sufrir indefensión ante la ley, una caso grave de exclusión social, acompañada de falta de apoyos sociales y emocionales, hambre, soledad como un caso claro de estrés postraumático que puede llevar a un suicidio inducido por un sistema policial que nos vigila y nos domina.
El médico riendo y haciendo cara de sorprendido.
Ja, ja. Ja, ¿ una psicóloga ha dicho eso? Sera de la escuela marxista feminista radical de podemos. su estrés no ha sido nada más que una respuesta adaptativa de las ganas que tiene de emprender un negocio , y lo ha pagado en su delirio con el estado. Es habitual trasladar las preocupaciones personales a terceros como jueces , policías y médicos que nada tiene que ver en las historias personales de fracaso o perdidas de gente que sufre en la vida por cuestiones personales.
Siento que estoy ante un verdadero sabio
Es cierto doctor, ! Dios lo mío! Si lo mío no es nada comparado al estrés, angustia, desprotección, torturas , impotencia, soledad a las que enfrenta a un secuestrado por parte del estado, cuyo único delito que puede demostrar la policía es proceder de otro país. Antes de ponerme malo mientras comía la caballa estaba escuchando las declaraciones del juez que ha archivado la causa de un inmigrante suicidado fortuitamente según la policía criminal en un CIEs. El juez archivador daba la razón a la policía criminal que absuelve del delito de inducción al suicidio.
Mientras comía me estaban dando arcadas de lo que escuchaba. El corazón me latía muy fuerte y me sentía mareado. Me imaginaba en la misma situación que ese inmigrante cuando se suicido en su celda con la camisa. Recordaba los días que pase en el calabozo cuando me detuvieron. El calor de la celda a más de 45º en pleno agosto. La sed, el hambre, el miedo.

El doctor saca un cuaderno como un terapeuta, ahora es mi psicólogo.
¿ puede recordar exactamente que estaba haciendo momentos antes de escuchar esas sesgadas interpretaciones de la verdad judicial y cocinar la caballa? Es decir , poco antes de ponerse mal. ¿ estaba animado o ya estresado?
Voy recordando
esta mañana estaba algo inquieto. Trataba de incorporar una sierra de poda de altura a una escoba telescópica , la misma que utilizaría momentos después para recoger mis vómitos con ella.
¿ y para que hacia eso?- pregunta el doctor tomando asiento junto a mí.
Vera, la pértiga de la sierra de poda de altura mide más de metro y medio. Yo debía ir a Onda a realizar una poda de olivos. No hay transporte público desde aquí que me lleve allí, y voy en una moto. No puedo llevar tampoco en la moto escalera para eliminar ramas altas, así que debía ingeniarme algo que midiera por lo menos metro y medio, y cupiera en una mochila de paseo para poder circular, y por supuesto pudiera incorporar una sierra.
Cuando lo logre era casi la hora de irme. Subí a casa empecé a cocinar la caballa. Noté en el móvil que me llega un correo electrónico. Era de una página a la que estoy inscrito no a los CIEs. Empecé a leer porque me llamo la atención el titular. Mire doctor
( saco el móvil que muestro al médico y le leo mirando que reacción tiene) creo que no es un doctor.

La audiencia no ve delito en la muerte de Marouane, pero señala que pudo haber “ asistencia sanitaria incompleta” Y “ comportamiento reprobable” de la policía, e insta a valorar “ todo lo que pudo haberse hecho y no se hizo”
¿ qué la parece doctor? Le pregunto mirando su reacción
El doctor sonriendo.
no sé que decir sin saber más. Aunque me parece extraño. Me inclino a dar la razón “a priori” al juez. Y esto está justificado como forma de razonamiento empírico porque la policía sabe tanto como nosotros los médicos de medicina. Por experiencia sabemos científicamente que la policía tras pegar una paliza a alguien suelen traerlos aquí muy bien remendados. El otro día por ejemplo , me trajeron a un joven ladrón que daba gusto ver como lo habían dejado de curado tras romperle los dientes, las cotillas, y los dedos. Le tuve que dar el alta de inmediato, y el propio joven les dio las gracias por la curas, incluso prometió que desde ese momento no iba a robar nunca más.
Sobre la muerte pasa igual que con las curas. La policial atiende docenas de casos de muerte, mucho más que los médicos. Son profesionales de la muerte. Y como me suena el caso por la prensa, se que la muerte no fue un asesinato, sino un suicidio. Le aseguro en esto por parte de la policía, que con solo ver una persona cuando la detienen y la meten en una celda, ya saben si se va a suicidar o no mucho antes que el afectado.
Noto como se me escapa el doctor, sin duda su mente es superior a la mía, y lo que diga lo va a contrastar de tal modo que acabaré dándole la razón.
Volvamos a este caso del inmigrante doctor , y establezcamos hipótesis como si usted fuera el juez , y yo como el abogado de la plataforma “ no a los CIEs” ¿ le parece?
El doctor asiente.
Empiezo.
Mi duda señor doctor( perdón) señor Juez.
¿ cree que es posible que se suicide alguien joven encerrado en una cárcel sin haber cometido ningún delito? Además para hacerle la vida más complicada sufre palizas constantes por otros internos por las condiciones de extrema violencia en las que se encuentran todos. los que los vigilan lo hacen con el desprecio, humillaciones, incluso torturas, sobretodo porque saben que son inocentes, y si un inocente está en una prisión, ¿ qué derecho o defensa pueda ya esperar si es torturado, golpeado, humillado? Si ha perdido toda defensa y razón al ser detenido inocente. No puede esperar nada, ni comprender nada. Solo le queda: el suicidio. Y este es inducido.
El juez, subiéndose las gafas que le resbalan por la nariz mientras me observa tratando de adivina mis pensamientos-
No, no creo que alguien pueda suicidarse por eso, a no ser que detrás haya una mente catastrófica . Si ese inmigrante ha venido a emprender algún proyecto de vida, no le quepa duda de que pasará el trance sin mayores dificultades hasta que la situación se desbloquee, y saldrá de allí más libre. Estar encerrado en una prisión es como estar esperando en una parada de autobús o tren Su tren no llega como ellos esperaban. Está en huelga, por piquetes policiales del estado . Pero tarde o temprano su tren llegará y saldrán.
No puedo menos que darle por experiencia personal la razón y añadir irónico :
Es cierto señoría, toda pasa en esta vida, lo nuestro es pasar, pasar de todo haciendo camino hasta morir suicidándonos esperando ir al mar.
Es de Antoni Machado la cita ¿ verdad?- me pregunta el juez. ¿ sabe que es un delito plagiar sin autorización?
Prosigo , sin da importancia a las palabras del juez.

Quizás no sea de Machado señoría. Sigamos, no perdamos el tiempo en tonterías ¿ cómo explica esto?
Verá señor juez voy a leerle esto de “ No a los CIEs”.
La revisión de las imágenes permitió apreciar la posible existencia de varios delitos imputables a los funcionarios públicos que aparecen en las mismas: inducción al suicidio, trato degradante, daño a la vida o a la integridad moral, denegación de asistencia sanitaria y otros. Lo arrastraron por el suelo estando inconsciente y lo dejaron tirado en la celda de aislamiento, solo, sin vigilancia, comida, agua, y con la ventana cerrada en plena canícula. Además los policías le dan dos patadas al cabo de un para ver si reacciona. Cosa que no hace porque es un cadáver. Veamos señoría…. antes estas pruebas…. ¿ no cree que hay que reabrir el caso?
El juez pensando:
eso que dice puede ser cierto que fuera así, y como dice el juez de la causa es muy crítico con los policías al afirmar que eso no estuvo bien. Pegar a un cadáver patadas. Vamos…abogado. No hagamos melodramas como en el valle de los caídos con Franco. !No es delito de asesinato desde luego patear un cadáver! Y es más… en el caso que hubo buenas intenciones para saber si se encontraba bien. . desde un punto de vista sanitario como penal, la actuación de los agentes ni ayuda ni perjudica. Por lo tanto no hay delito.
Le interrumpo.

¿ qué quiere decir señoría? Exculpa a los agentes entiendo por neutralidad.
El juez habla triunfal

No tienen relación con el delito. El inmigrante suicidado estaba inconsciente, y de haber seguido inconsciente seguiría estando estaría vivo entre nosotros. Ya que su muerte fue el producto un exceso de consciencia, no de inconsciencia . Nadie inconsciente se suicida ahorcándose con una camisa.. Solo estando consciente se puede llevar a cabo un suicido. Uno no se suicida durmiendo.
Pidiendo yo la replica.
Entonces señor juez, por seguir con la lógica de estas hipótesis demostradas, el día anterior a la muerte del inmigrante, el 14 de julio del 2019, varios internos le agredieron provocándole heridas serias, días antes también paso lo mismo. Iban a por él. Se recomendaba que no estuviera solo. En las fotos se pueden ver las lesiones. Mire aquí doctor.
Muestro la imágenes, el juez las acepta y prosigo.
El inmigrante esta con la cara desfigurada. Según el juez archivador del caso cuando toma declaración a los funcionarios, estos le explican que no habían recibido instrucción de tener especialmente cuidado de su salud. Era evidente que estaba bastante mal. Solo había que verlo para saber que necesitaba cuidados. Sin embargo los agentes lo arrastran por el suelo tras salir de un hospital como una res moribunda hasta llevarlo no a una enfermería, que sería lo lógico, sino a una celda de aislamiento en pleno julio cuando el calor es insoportable, después de haber estado el día anterior en el hospital. La cara la tiene destrozada y en su celda piensa cuando se recupera un poco: basta ya, esto no lo aguanto. La única forma de salir de aquí es muerto. En un informe a la cruz roja de ese mismo día, antes del suicidio fortuito y sorpresivo para la policía criminal y el juez archivador manifiesta a estos que se encuentra preocupado y humillado por los acontecimientos. Además está tomando tratamiento psiquiátrico como alprozolán. ¿ no cree que estaba anunciado el desenlace y no se hizo nada por evitarlo?
El juez negando, y molesto.
No todo el mundo es médico como usted pretende que lo sea. Yo no lo soy, igual que los policías no lo son. A esos pobres agentes si no les dicen en un informe “ tener cuidado con este detenido que esta grave” aunque este lleno de vendas, y sangrando no tiene porque tener cuidado ni comprneder que esta mal. si lo hubieran tenido tan claro los agentes lo hubiera soltado de inmediato como en otros casos donde tras encerrar a gente y volverlas locas las sueltan porque ya no van a hacer una vida normal.

Le pregunto sin creerme nada de lo que ha dicho y sospechando que lo de médico es un papel que interpreta.
¿ qué quiere decir señoría? Primero ha dicho que los policías son como médicos, que son expertos en suicidios, y ahora que no saben nada de medicina y que son incapaces de reconocer que una persona herida grave esta enferma. Vamos señor juez. Nadie les va a creer el cuento.

El médico que hace juez se convierte en policía-.
Es cierto, nadie nos creerá, ni se va a escandalizar haciéndonos pasar como fascistas criminales racistas con alguna obra de teatro similar a Dario FO en” muerte accidental de un anarquista” Basta ya de que son critique tanto. saca las manos que estás detenido anti sistema.. El cuento te se ha acabado. Te vienes a comisaria conmigo.
yo.
Socorro, me encuentro muy mal agente, me duele mucho la barriga. A la celda no, por favor. Por lo que más quiera a la celda no.
Ángel Blasco.

 

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Basado en :

La Audiencia no ve delito en la muerte de Marouane, pero señala que pudo haber “asistencia sanitaria incompleta” y “comportamiento reprobable” de la policía, e insta a valorar “todo lo que pudo haberse hecho y no se hizo”
Hace 6 d
CIE de Zapadores (València)
Zapadores

JUSTICIAPARAMAROUANE

Marouane Abouobaida

CI

• “No significa esta resolución que la atención recibida por el interno fuera intachable (…) tan solo significa que esa posible responsabilidad no es de carácter penal”

València, 29 de marzo – Lo que no se hizo bien y todo lo que se pudo hacer y no se hizo. Marouane Abouobaida, un joven marroquí de 23 años, se suicidó en CIE de Zapadores el 15 de julio de 2019 en una celda de aislamiento después de sufrir una brutal paliza a manos de otros internos y de haber denunciado el mal estado en el que se encontraba sin que por ello se adoptaran medidas especiales para su protección. La Audiencia Provincial de València ha decretado el sobreseimiento provisional de la causa penal al considerar que ni la policía ni el personal sanitario cometieron ningún delito. Sin embargo, en el auto judicial se señala que pudo haber “asistencia sanitaria incompleta”, además de “un comportamiento reprobable de algún funcionario policial”, y concluye instando a “valorar todo aquello que pudo haberse hecho y no se hizo ante una situación como la suya”. El tribunal ha desestimado la resolución definitiva del procedimiento para dejar “abierta la posibilidad de una reapertura si se aportan nuevos elementos de juicio que la justifiquen”.
La Audiencia afirma que su decisión “no significa” que la atención recibida por el interno “fuera intachable ni que pueda derivarse alguna clase de responsabilidad como consecuencia de esa atención o de su fallecimiento (…) Esta resolución tan solo significa que esa posible responsabilidad no es de carácter penal”. Por eso, remite a revisar el protocolo de actuación en situaciones similares que dictó el juzgado de instrucción nº 3, en función de control del CIE, el 25/7/19, para valorar la conducta del personal de Zapadores. Solo 10 días después del suicidio, tras recibir el atestado de la muerte y solicitar informes al CIE, el juez de control ordenó la aplicación de un protocolo de 16 medidas referidas a la prevención de intentos de suicidio y a las condiciones de aislamiento. El magistrado estableció que una “situación excepcional” como el aislamiento no se puede aplicar durante más de una hora -prorrogable a una hora más previo informe del servicio médico-, se debe controlar permanentemente a través de las cámaras y la persona debía estar acompañada por otras dos en la celda. Marouane murió solo en la celda, dos horas después de ser aislado, y tardaron cuarenta minutos en darse cuenta de que se había quitado la vida. Tras el auto del juez, la Campaña CIE No solicitó formalmente a la Delegación del Gobierno que informara si se están aplicando las 16 medidas, pues en caso contrario existe un riesgo para la integridad física de las personas encerradas en el CIE. Hasta ahora no ha habido
respuesta.

Para la familia de Marouane ha sido muy difícil aceptar que el joven se quitara la vida y están también convencidas de que todo lo sufrido por Marouane hasta el momento de su muerte fue determinante en su decisión de quitarse la vida. Durante todo este tiempo Casa Marruecos ha estado en contacto con la familia de Marouane, acompañándolos en todo momento y transmitiendo sus reivindicaciones. Su principal exigencia es que la muerte de Marouane se investigue hasta el final, que se conozca toda la verdad de lo que sucedió y que se haga justicia.
Después del fallecimiento de Marouane, la abogada de la Campaña asumió la acusación particular, en nombre de la madre del joven, en el proceso que se desarrolló en el juzgado de instrucción nº 10. A partir de ese momento, la letrada accedió al mismo atestado policial que el juez de control de Zapadores. En este documento, redactado en la tarde de la muerte de Marouane, se compendian las declaraciones de diferentes funcionarios policiales, las
comunicaciones realizadas a raíz de lo sucedido, diversos informes sanitarios y las imágenes de algunas de las cámaras de videovigilancia del CIE entre las que se encuentran las correspondientes a la celda de aislamiento así como la del distribuidor previo a ésta. Además, en los días posteriores a la muerte, la abogada se entrevistó en Zapadores con uno de los internos que fue testigo de algunos de los hechos de los días 14 y 15 de julio.

La revisión de las imágenes permitió apreciar la posible existencia de varios delitos imputables a los funcionarios públicos que aparecen en las mismas: inducción al suicidio, trato degradante, daño a la vida o a la integridad moral, denegación de la asistencia sanitaria y otros, según señaló la representación de la familia de Marouane en el primer escrito de acusación. Por tanto, se solicitó que fueran interrogados varios policias e integrantes del equipo sanitario del CIE. Para la acusación particular, las imágenes venían a confirmar que Marouane no fue aislado por su seguridad ni por su salud: lo arrastraron por el suelo estando inconsciente y lo dejaron tirado en la celda de aislamiento, solo, sin vigilancia, sin agua, sin comida, y con la ventana cerrada en plena canícula.
Dos patadas para ver si reaccionaba
En las imágenes se puede ver a varios funcionarios policiales arrastrando por el suelo el cuerpo inmóvil de Marouane y dejándolo tirado en la celda de aislamiento. Marouane permaneció 42 minutos en el suelo sin moverse. Durante ese tiempo, tanto policias como sanitarios lo visitan, algunos sólo lo observan desde la mirilla de la puerta del calabozo, otros llegan a entrar; todos dejan el cuerpo de Marouane tirado en el suelo. Las imágenes son explícitas: el joven se arrastra hasta la cama, posteriormente intenta ponerse en pie y cae al suelo frente a la puerta, permaneciendo en posición fetal sin que sus custodios le presten auxilio alguno. Cuando descubren a Marouane sin vida hace más de 40 minutos que nadie se ha preocupado por su estado. Tras su muerte, aparecen en el distribuidor tres funcionarios uniformados. Miran por la mirilla y ven el cuerpo. Dos de los funcionarios entran y rodean el cuerpo. No lo inspeccionan ni le toman las constantes vitales. Uno de ellos le da dos patadas para ver si reacciona. Tras ver que no lo hace tampoco le toma las constantes vitales. Sólo entonces, una vez muerto, se le realiza el primer reconocimiento físico y con instrumental médico desde su aislamiento. De la revisión de estas imágenes se presentaron 75 fotogramas ante el juzgado, que no se correspondían con el momento de la autolisis sino con lo sucedido desde el aislamiento hasta la última asistencia médica, al considerar determinantes estos momentos en el posterior suicidio.
El 14 de julio, un día antes de quitarse la vida, varios internos agredieron a Marouane provocándole fracturas en el rostro, por lo que fue trasladado al hospital. En los días anteriores ya había sido víctima de otras dos agresiones. El equipo medico del hospital recomendó “reposo en cama-sillón durante 2-3 días” ante el “traumatismo craneal” que
presentaba y que no se realizaran maniobras que pudieran producir un “aumento de presión cefálica (movimientos bruscos de cabeza/cuello)”. También se estableció en el informe médico que “es importante que durante las próximas horas esté acompañado”, pues hay que “comprobar periódicamente que el paciente se encuentra correctamente orientado y mueve los miembros con normalidad”. En todo caso, debería acudir al servicio de urgencias si presentara “pérdida de conocimiento, confusión o desorientación; tendencia anormal a dormir; dolor de cabeza persistente; alteración del carácter o conductas anormales; pérdida de fuerza o alteración en la coordinación de alguna de las extremidades”, entre otros síntomas. Ninguna de estas recomendaciones fue llevada a cabo por el personal sanitario del CIE ni por los funcionarios policiales.
Sobre esta forma de proceder, la Audiencia reconoce que “el interno presentaba lesiones de cierta entidad por una agresión sufrida el día anterior”, pero señala que “no integran ninguna clase de maltrato o trato degradante, si los funcionarios no han sido advertidos de que el interno, por sus lesiones o su estado físico, no simulaba, no permanecía en el suelo voluntariamente o precisaba de una atención especial que no se le daba”. De este modo, el tribunal acepta la versión de los funcionarios según la cual no habían sido informados de que tuvieran que tener especiales cuidados en el tratamiento a Marouane y les exime de toda responsabilidad al indicar que “la advertencia o información sobre el especial tratamiento que debiera recibir el interno por su estado de salud correspondía al personal sanitario destinado en el CIE por tratarse del personal cualificado para valorar el estado de salud del interno y para determinar y en su caso aplicar las pautas de tratamiento prescritas para el mismo”. De la supuesta falta de información a los agentes, en cualquier caso, tampoco se deriva ninguna responsabilidad penal por omisión del deber de asistencia sanitaria pues el
precepto “sanciona la denegación de asistencia sanitaria, pero no la prestación de una asistencia incompleta o un diagnóstico erróneo”. Y, en todo caso, “con tales omisiones se habría incurrido en una asistencia sanitaria incompleta, pero de ninguna manera en una denegación de asistencia sanitaria”, determina el auto judicial.
La Audiencia otorga especial importancia tanto al hecho de que Marouane fuera examinado por el personal sanitario del CIE los días 12 y 13 de julio “sin que se aprecie sintomatología alguna que indicara un tratamiento antidepresivo”, como al de que en su visita al hospital del día 14 no “se observara ni estimara pertinente su examen por el servicio de psiquiatría o la administración de algún antidepresivo”. Sin embargo, resulta sorprendente la relevancia dada a estos argumentos cuando a la vez se reconoce como probados los siguientes hechos: primero, que “el médico examinó al interno en fecha 03-07-2019 y le prescribe Alprazolán (medio comprimido diario durante cuatro días), según resulta del historial clínico del paciente, añadiendo en su declaración judicial que solo lo llegó a tomar durante un día”; segundo, que en la mañana del día 15 Marouane manifestó al personal de Cruz Roja “que se encuentra bien, aunque dolorido y muestra preocupación y malestar por lo ocurrido el día anterior (…) y refiere que se encuentra humillado por los hechos” haciéndose necesario hablar con él “hasta que se relaja y vuelve a la rutina”, según el informe aportado por Cruz Roja en el procedimiento; y tercero, que en el informe hospitalario la doctora que le atendió
indicara que había realizado su labor sin poder comunicarse con el paciente por la imposibilidad de comprenderse, una situación de la que difícilmente pueden extraerse conclusiones respecto del estado psicológico de una persona.
Arrastrado con la cabeza tocando el suelo
Hubo dos momentos en los que Marouane fue conducido por funcionarios policiales porque, según señalaron en su declaración ante la jueza, no “quiere” moverse, por más que existen indicios suficientes para considerar que no “puede” moverse. En la mañana del lunes 15, lo llevaron desde la zona de habitaciones situada en el primer piso hasta la enfermería ubicada en la planta baja. Más tarde, a mediodía, lo condujeron aparentemente desde el patio hasta
la celda de aislamiento. Según uno de los testigos compañero de Marouane, ambos traslados se realizaron arrastrando el cuerpo por el suelo, agarrándolo de pies y brazos y permitiendo que la cabeza impactara contra el suelo, mientras que los funcionarios policiales declararon que el traslado se efectuó “llevándolo en volandas cogiéndolo de brazos y piernas”. Del primer traslado se dispone del testimonio de los agentes y del compañero de Marouane mientras que del segundo se cuenta, además, con las imágenes de la celda de aislamiento y del distribuidor previo a ésta.
La Audiencia da credibilidad a la versión de la policía y rechaza la del compañero de Marouane porque en las imágenes del segundo traslado entiende que “muestran a dos agentes policiales sujetando por manos y pies al interno y manteniendo en alto su cabeza sin riesgo alguno para su vida o integridad física”. Sin embargo, tal como se muestra en las imágenes que se adjuntan a esta nota de prensa, la cabeza de Marouane se encuentra en contacto con el suelo. Para la acusación era precisamente la declaración del compañero de Marouane unida a las imágenes del segundo traslado en las que se observa cómo la cabeza es arrastrada por el suelo, lo que confería fuerza a la versión de que Marouane no fue llevado en volandas sino arrastrado por el suelo en las dos ocasiones. La Audiencia señala: “Es cierto que alguna de las imágenes apreciades en las cámaras de seguridad puede sugerir un comportamiento reprobable de algun funcionario policial, pero en ningún caso un acto delictivo”.
Todos estos hechos descritos, independientemente de su relevancia penal, constituyen un trato inhumano y degradante a una persona privada de libertad que no había cometido ningún delito. El CIE de Zapadores ha sido escenario de múltiples y diversas vulneraciones a los derechos humanos generadoras de una permanente angustia en las personas, que no sólo se sienten terriblemente frustradas al acabar entre rejas en su intento de encontrar unas condiciones de vida dignas sino que además son objeto de todo tipo de arbitrariedades. Este estado emocional, en ocasiones, puede llevarles a situaciones extremas. La muerte de Marouane se produjo en un contexto de elevada tensión en el interior del CIE. Una semana antes hubo un intento de suicidio y tuvieron que liberar a otro interno por su grave deterioro psíquico. Y cuatro días después del fallecimiento, dos chicos se autolesionaron. Desde que se abrieron los CIE, diez personas han fallecido entre sus muros o en el traslado forzoso al que las sometieron. Antes de la de Marouane, en Zapadores hubo otras 2 muertes:
-A. B., marroquí de 55 años. Falleció el 16 de octubre de 2010 al llegar a la puerta del CIE desde el centro de salud donde no le detectaron ninguna anomalía.

-Ciudadano nigeriano de 47 años. Murió el 31 de agosto de 2008 tras caer desplomado en las duchas sin que pudiese ser reanimado.

Además, el 19 de febrero de 2009 murió en el Hospital General de Valencia un nacional georgiano, procedente del CIE.
Por todas estas razones, mañana vamos a continuar reclamando que se determinen responsabilidades en la muerte de Marouane y que se cierren todos los CIE con carácter de urgencia pues no son más que cárceles racistas donde se recluye a personas que no han cometido ningún delito y se violan sus derechos fundamentales.

  • Autor: Angelillo de UIxó (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de abril de 2021 a las 09:51
  • Comentario del autor sobre el poema: este archivo policial esta clarisimo , no tiene misterios para la sociedad, un inmigrante se ha suicidio por sorpresa, y yo que sufro de estrés postraumático inducido por la justicia policial, acudí a urgencia por intoxicación de caballa.
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 12
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