Un mes y contando...
Hace un mes partiste a tu cielo.
Tu sufrimiento venía en aumento,
te abracé con fuerza y te pedí que te fueras,
no soportaba verte sufrir más.
Cuando llegaste a mi vida,
te prometí cuidarte con la mía.
Fueron tiempos complicados,
pero le huiamos al invierno,
con la primavera en tus ojitos,
fuimos inmensamente felices.
Probamos que la felicidad es actitud,
no riqueza,
que un buen abrazo llena más,
que un opíparo banquete.
Te enviciaste a mi descomplicada vida,
los problemas nos arrancaban unas lágrimas,
que secábamos a punta de besos
y promesas de estar juntos siempre.
Creamos el amor, a la medida de nuestros gustos
y pasamos de la urgente necesidad,
a la tranquila calidez del abrazo eterno.
Me enseñaste tanto desde tus vacíos,
sabíamos cuando el abrazo era el remedio
y cuando tus guisos la satisfacción.
Protestabas por no haberme conocido antes,
yo presentía que había sido en el tiempo justo,
cuando solo había tiempo de amar en paz,
sin obligaciones,
sin compromisos,
sin asuntos por resolver...
más importantes que nuestros amaneceres
de pereza y total relax.
Éramos alegres y divertidos,
pero tambien felices.
Éramos absolutamente independientes y libres,
pero tambien felices.
Cambiábamos los desenlaces tristes,
por soluciones propias de mi humor negro
y reíamos hasta llorar.
Inspirabas mis letras
y las aprobabas antes de entregarlas al público.
Aprendiste a divertirte con montajes fotográficos
y los regalabas con afecto a todos,
solo para demostrar tu amor.
No imponías tu capricho,
me convencías con tu carita de niña ingenua,
tus coquetos piques de ojo
o tus abrazos de hiedra
y aquel... puedo hacer esto, cascas ?
Que nunca encontró respuesta negativa,
sino mi... has lo que creas conveniente.
Aprendí tolerancia por amor,
algo de humildad
y mucho de magia,
para adivinar cuando un abrazo,
cuando un beso
y cuando los dos.
Un mes sin ti,
adicional a ser un infierno,
me ha hecho ver que te amaba...
mas de lo que yo mismo creía,
que incurrí en el pecado que siempre te pedi evitar,
depender de alguien;
mi vida dependía de ti,
hoy voy a la deriva,
existiendo... por que no puedo evitarlo.
Descansa, muñequita,
ni mires para acá,
no se como será la depresión por allá,
pero ver a tu cascas como un zombi por el agresivo mundo,
no te agradará
y te pedí que te fueras para que no sufrieras,
no para que te dedicaras a cuidarme,
si no encuentro soluciones,
allá te llego,
tenme café, tibio y con azúcar morena.
PD. Morita, son dos de agua por una de arroz o al contrario?
Ron Alphonso
2 de Abril 2021
- Autor: Ron Alphonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2021 a las 09:54
- Comentario del autor sobre el poema: A un mes de tu partida, el dolor me invade.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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