El jardín de la tía Olga

Felicio Flores

Ha muerto el jardín de la tía, 

se ha secado como un hueso; 

murió porque ha muerto la tía

y no hubo vida después de eso. 

 

La tierra llora sola, la extraña; 

ya no se alimentan de su mano

los gorriones en la mañana

y ahora sus cantos son llantos.

 

El sol ya no alimenta la huerta, 

ya no alimenta a la tía Olga; 

ahora solo quedan sombras

de ramas esqueléticas y solas. 

 

Ya nadie quiere plantar flores

donde la tía cuidaba su jardín; 

no hay aromas, sabores; colores, 

se llevó todo para un gran festín. 

 

No quiero regresar a tu casa, tía;

disculpa, no es tu culpa es la mía;

no lloré lo necesario en su día

y me guardé esta cruel melancolía.

 

Quiero creer que estás creando

una huerta y un jardín de rosas.

Espérame que voy llegando...

¡Dame dulce de higo tía Olga!

 

Felicio Flores

  • Autor: Felicio Flores (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 3 de abril de 2021 a las 09:15
  • Comentario del autor sobre el poema: Dedicado a mi tía abuela, Olga.
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 26
  • Usuarios favoritos de este poema: Alberto Diago, Lualpri
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