SUEÑOS

Sabes, solo voy a dormir
para vivir más horas al día contigo
percibir tu dulce voz
y la verdad de tu mirada
cuando aceleró tus latidos.
Antes de tu llegada
dormía en pesadilla
con la fe casi agotada
mis sueños hoy, son de maravilla
y cuando el cansancio gana
volvemos a viajar
donde fui tu dueño
en ese lugar de ensueño.

Conocerte fue más que
cuestión de suerte
diste a la fortuna voz
un privilegio es tenerte
según mi experiencia
más que una coincidencia,
eres un regalo de Dios.
A través de los sentidos,
dimos a nuestros miedos fé.
Fue como profecía
cumplida, el sentirte mía.
Eso que a mi mente
soñando despierto decía,
y al destino oportunidad pedí;
colocar tu mano en la mía.

Lo que ayer soñé,
te lo pongo por escrito.
Fue casi real lo disfrute
coherente y muy bonito,
y con estas letras te lo explico.
Al bañarme tu sonrisa
el tiempo ya no iba de prisa.
Estamos bajo una noche estrellada
y al despertar en tu mirada,
con temor travieso
mi valor te confeso
más de un secreto.
Te dije cuanto quisiera
ser el dueño de tus besos.

Nos miramos frente a frente
me sentí fuerte de repente
y te lleve a mi pecho.
Cada segundo de ese tiempo
fue de mucho sentimiento
vivimos el sueño mas lindo
que un día se haya soñado.
El sueño es una necesidad básica
pero básicamente no necesito
soñar más.
porque eras tú mi realidad.

Después de desvestir los miedo
dimos libertad a un te quiero
deleitamos dulces caricias
sobre un placer de terciopelo.
Mi mano jugó en tu pelo
bese tu cuello con deseo
arrancando a tu alma suspiros
hicimos un viaje de fantasía
volando en lujuria a la alegría
y alojamos en el vértice del cielo
pense valió la pena lo esperado
al derroche del placer acumulado.
El truquito de tus labios,
lleno mi corazón de fuego.
Llegar a tu interior fue sublime,
el abrigo de tus besos
me llevo a un mundo nuevo.
Al vaivén de tus caderas
sofocaba tu humedad con mi fuego,
la entrega fue total
y el placer se hacia notar
tanto que parecía adictivo,
por momento me sentía volar.
Seguro comprendes lo que digo.
Había sensibilidad en los sentidos
al sonido de nuestros quejidos.
La miel de tu cuerpo
la sentía en mi piel,
un tsunami nos inundó
cuando se desbordó
ese mar enbravecido,
una ves que bajaron las llamas,
el placer nos envolvió en la cama
y mientras te abrazaba
una sonrisa cómplice nos delataba.
Son los sueños que nos juntan
al llegar la luna!
¿Entonces te espero esta noche
como a eso de la una?