No hubo día más fatídico aquel
cuando a los pinos el viento ya no meció,
inmóviles ante el estridente sonar de un corazón
sollozante,
el ocaso permaneció eterno como tu ausencia,
incluso las montañas parecían más inamovibles que antes.
La lluvia no cae,
los ríos no fluyen,
al igual que el pielago del mar y su espuma no danzan,
y el astro dorado no refleja en tu espejo su mirada flagelante.
Sin el reloj moviéndose ni el sol jugando a hacer sombras
¿Como sabré cuántas horas sin ti he pasado?
A raíz de tu marcha de amor sin mí
ahora mi medida de tiempo son la cantidad de pasos que lejos de mi haz dado.
Y es que en tiempos sin segundos una alma herida se cura después de un millón de pasos dados.
-Isaac Reyes
- Autor: Isaac Reyes ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2021 a las 03:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
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