Hay belezas que no perduran.
Se opacan en el comercio de subastas, al mejor postor en piel de caballero.
Paulatinamente arrebatan la hermosura a golpes de decepciones.
La inmadurez es la ama y consejera. Y por las noches... tiene por amiga, una vieja almohada de plumas de cuervos, que mientras apoya su cabeza en reposo al adormecer, le susurra mentiras rellenas de sueños de grandeza.
Por perseguir sus sueños, se lanza a ciegas a los brazos del verdugo, que como vampiro se alimentará de la sangre de su inocencia.
El destino la demandará, y el tiempo no perdonará los años que fueron pisoteados, por los atajos escojidos.
Ya no serás muñeca de porcelana.
Serás juguete de trapo de inmundicia, aprisionada en las sillas de cabarets. Hasta que un día, el Maestro se apiade de ti, y le envíe un principe diafrazado de gavilán, que le devuelva la dignidad.
Una dignidad que embellece a quien la poseen, pero que no borre las cicatrices del sufrimiento, para que no te olvides, que Dios, se ha acordado de ti.
- Autor: Leomaria Mendes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2021 a las 18:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Faith
Comentarios3
Gracias.
Saludos.
Felicitaciones por tu cumpleaños y que la vida te muestre siempre su lado mas tranquilo.
Gracias amigos, por los comentarios! Bendiciones!
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