Rosa en el invernadero-.

Ben-.

Mi pecho hendido

mi pecho fiero, aquel adolescente,

turbio, circunspecto, rodeado

de rosas e injertos, de matemáticas

y lenguaje; de literatura antigua

y bromas en el pasillo. Lleno de ello,

de ese fruto amargo de la desesperanza.

La interna desesperación, el cálamo que

mojaba las líneas torcidas, cómo, dónde

fue creciendo? Quizás

algún secreto, de noche en llanura,

o de enrojecida cara, al norte, fue

escuchándose. Y mintió el mundo,

y fue mentido. Mi pecho furioso,

realista y comprometido. Hundido,

como la rosa en el invernadero-.

 

©

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.