Suelo pensar en lo que no fuimos
Y en lo que sí hicimos.
Nos negamos el uno al otro con orgullo,
Y cometimos el error de creer que siempre nos tendríamos.
Yo me pregunto,
¿Cuál era el fin de todo esto?
¿Cuál era la conexión que no nos dejaba ser perfectos?
¿Por qué siempre volvíamos a lo mismo?
¿Por qué, a pesar de odiarnos a muerte,
terminaba todo tan distinto?
A pesar de conocerte
Tú no me conocías,
Y ése era el verdadero chiste:
Ninguno de los dos lo hacía.
Creí que sabía cómo eras,
y que estabas hecho a mi medida.
Nos parecíamos mucho, es verdad,
cualquiera se confundiría.
Pero no puedo dejar de pensar,
¿Qué hubiera pasado,
si nunca nos hubiéramos visto?
Pero claro, tú no crees en eso.
Para ti esto era el destino.
Aun así, yo sé que me prefieres lejos de ti;
Y es que cualquiera lo haría
si viera su vivo reflejo en mí.
Sin embargo, aún no te marchas,
y no entiendo el porqué.
Sigues dando vueltas en mi cabeza;
creo que esta vez me obsesioné.
El problema,
es que no sé por qué te encuentro tan perfecto.
Y es que, vamos,
este tipo de afecto es incorrecto.
Eres especial,
y perdón por recordártelo cada vez,
Pero no podía callarme,
No sabiendo que tú no lo ves.
Y, a pesar de mis aciertos,
creo que esto es más una promesa:
Que nunca dejaré de buscar
al chico que se va y nunca regresa.
Comentarios1
Hermosa y triste historía de amor en tus versos amigo
me gustarón mucho y te felicito...
saludos
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