Caprichoso y lobrego invierno cristalino,
Te muestras diafano a la tenue luz de mi sol taciturno.
Pero estoy muriendo, a merced del frio abrasador.
Dame refugio, ofreceme un espacio en tus mas hondos recovecos.
Dejame vivir donde la ternura me cobije y proteja de la letania,
Una chispa de alegria que encienda en fuego las cenizas.
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