TODO TU CIELO ARRIBA Y LAS TARDES CON OLOR A PASTO

Todo tu cielo arriba
y las tardes con olor a pasto.
Es difícil olvidar
el nombre
que no quieres olvidar,
ni saber qué contestar
cuando llegue el momento.
Solo decir que te amo. 

Son pocos
los que descubren el alba
y cargan con el sabor
de los días.
Cada vez que contigo hablo
sé que me esperas
y te preguntas:
¿Vendrá a pedirme cuentas
de mi vida?
No sé qué contestar
cuando llegue el momento.
Quizá un te quiero,
quizá un te amo,
pero siempre persistirá
el olor a nuestra tierra.
Ese dulce olor embriagando.

Todo tu cielo arriba
y las tardes con olor a pasto.
¿Qué más podría preguntar
de momentos lejanos,
anacrónicos, marchitos
por el tiempo que ha pasado?
Solo importa el momento
que te encuentres en mis brazos.
Siento tu voz
y soledades rascando
con todo ese cielo arriba
y las tardes
oliendo a pasto.

En estos días presurosos,
lastimosamente largos
hieren hasta las paredes
de tus sueños y tus cantos,
con aguijones de verdades
y me duelen tus aleteos
en mi horizonte sin límites.

Un dolor profundo y seco
que se aloja en mi garganta
con cada letra de tu nombre
y me deja una solitaria
región de orfandades
y cariños truncados
en el esófago.
Una acefalia de amor
que penetra hasta mis huesos.

Mi vivir es prestado.
Si he de existir
como pájaro sin nido
impotente y aislado,
prefiero morir
con tus besos
y en tus brazos.

Todo tu cielo arriba
y las tardes
con olor a pasto.
Súbitamente emergiste
del cielo como un canto
y aprisionaste mis alas
con amor en tu regazo.

Pedacito de cariño
a tus vírgenes fronteras
llegaré muy temprano,
cargado de ilusiones
de un país muy lejano,
ardiente del deseo
que me transmite el verano.

Gaviota enamorada
con el ímpetu del rayo
tus alas desplegadas
rescatarán a éste náufrago.

Justo Aldu
Panameño
Derechos Reservados

Justo Aldu-Julio Stoute
Panameño
Derechos Reservados