Permite que mi verso se recline
como un niño durmiente en tu regazo,
y al sentir la pureza del ocaso
con sus cadencias dulces, se te incline.
Permite que mi verso se te anuncie
y como dueño tuyo, reviviera,
y entre tus labios rojos se muriera
al saber que eres tú quien lo pronuncie.
Comentarios1
Muy bonitos deseos.Claramente expresados.Saludos.
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