De noche vienes

De noche vienes,
cruzas el umbral de esta
habitación oscura,
esta habitación solitaria
llena de recuerdos

Tu voz viaja a través de
este frío silencio
y el eco golpea mis
párpados cansados

Tu mano me toma por la espalda
y sacudes esos sueños rotos,
que caen cuando me levanto
y de reojo te veo

Estás aquí,
no sólo en la foto del buró,
no sólo en los restos de esos sueños,
estás aquí

Tus ojos iluminan la noche,
elegante, sensual,
tan hermosa como siempre

—¿Qué haces aquí? — Pregunto,
y por dentro agradezco tu presencia
Lo mejor es que te vayas,
lo sé, lo sabes

—No debí haber venido, ¿verdad? — Preguntas,
y un “no” más frío que el silencio
congela la habitación

El alma tiembla, la mente arde
Quiero que te vayas, pero
ruego porque te quedes

Vienes de noche
y te metes en mi cama
antes nuestra
y te quedas

La luna pierde su escote,
su vestido negro de noche
y la habitación se ilumina
por completo.

No se puede ocultar el sol
con un dedo
No se puede ocultar la luna
con unas prendas

Te recuestas sobre mí
y me abrazo en tu calor
al compás de los latidos

Estamos juntos, sin embargo
algo hace falta,
quiero escaparme,
huir, y no puedo

Tu cuerpo me atrapa,
la carne es débil,
el corazón más

Somos tú y yo, de nuevo,
siendo uno solo,
siendo nadie,
ni tú, ni yo

Somos un solo ser
en esta habitación,
una sola realidad,
confusa, inestable, pero perfecta

Yo sol y estrellas,
tú luna de mi vida
¿recuerdas?

Eclipsamos y el tiempo se detiene
en esta danza astral
bajo el manto de la noche
en que vienes,
y me vengo,
y nos vamos,
siempre con la esperanza
de volver.