Glosa – “Canta Arpa”

Glosa – “Canta Arpa”

Canta arpa un acorde llanero

de tu criollo pentagrama,

inspirada en las sabanas

con melódico manadero,

por mejores derroteros

como apropiado portavoz,

contundente y muy veloz

enamorada del folclore,

hazme el grande honor

de acompañarme mi voz.

Decirle al mundo entero

entre bordones y prima,

en necesaria tarima

con la extensión del estero,

y como guía y pionero

el cuatro en diestra mano,

de un pueblo soberano

sin tanto lio, ni barullo,

para cantar con orgullo

que sí soy venezolano.

De los que sembró Bolívar

con fuerza y con pujanza,

y como loa esta semblanza

con dulce miel y almíbar

evocando a José Félix Rivas,

que sea tu eco la revancha

de versos en avalancha,

con constancia y persistencia

por nueva independencia

que tengo el alma ancha.

Que tengo el alma ancha

y con mucho desespero,

tu carácter bullanguero

de devota mamá Pancha,

y por ello pido cancha

que no acepto la rutina;

desea abarcar mi retina

en mi herida Pachamama,

nuestras naciones hermanas

de México a la Argentina.

Canta arpa con voz venezolana

notas bellas y gloriosas,

en las manos prodigiosas

de Juan Vicente Torrealba,

que al despuntar el alba

en un fino aprendizaje,

hagamos un homenaje

al Dios que está allá arriba,

en unión y sin diatriba

y con el mismo lenguaje

Y con el mismo lenguaje

la ejecuta Hugo Blanco,

en estentóreo canto

deja correr tu cordaje,

en histórico mensaje

en tono de mi menor,

de Florentino versado

 maestros hay en la lista,

Ignacio Figueredo arpista

con el mismo dolor.

Y con el mismo dolor

entre valles y montañas

soportando con hazaña

el abuso explotador

del mediocre estafador

con moral y mente insana;

vendrá un nuevo mañana

sin las tantas acechanzas

con la misma esperanza

Latinoamericana.

Canta arpa de mi raza bravía

como una viva diana

con inextinguible flama

que tu legado de alegría

en concierto y polifonía

sea fortificado aljibe

y oportunidad inclusive

de metas sin violencia

el despertar de consciencia

que reine en el Caribe.

Y en el Popocatépetl

hasta el Chimborazo

sea un fraterno abrazo

sin temerarios julepes

aspiran dejar sólo nepe

en tiempo record y breve

esquilmaron a la plebe

suena camoruca heroína

invocando el mar de Alfonsina

y en su tour sabe vestir su nieve.

Y en su centro Amazonas

sea paraguaya o peruana

con aires de mejorana

y buen uso de neuronas

en tierra de fuego y Onas

tus sonidos por fontanas

como la antañona dama

si al ignaro no le remuerde

guarda el tesoro verde

el alma indoamericana. 

Una merecida glosa a manera de loa en el Día de las Américas a este instrumento musical que tanto arraigo tiene en los llanos colombianos y venezolanos, así como en otras regiones y países de Latinoamérica, (México, Perú y Paraguay como los más destacados).

Según palabras de mi dilecto amigo y maestro arpista Álvaro Guillermo Hernández Hurtado, constituye una versión del piano, y la demostración es más que elocuente, en tanto que no hay pieza musical que no se pueda instrumentar con el uso del arpa.