Tan escuetamente-.

Ben-.

Abandonar la vida tan escuetamente

debe ser emperador en su galaxia

triste taxidermista del espliego voraz

legítimo heredero de las piedras y los crepúsculos.

Magnético fuego que acaricia la brisa

con su sola llama de ojo atrofiado

vio la penumbra aproximarse

asfalto dorado inicial sin lumbre.

Vio volcanes desarrollándose

la luz como un signo disyuntivo

la vocal enardecida que aboca al suicidio

el viento con sus metálicas ramas.

Mientras el silencio ha sobrevenido

caen los copos con extrañeza

ante las fauces del sargento crepita la lontananza

abres el sobre con previsión de ortopedista.

La vida se escurre

planeta destilado venas consumidas

el imaginario vencido de un yerno

que se come excesivamente las uñas

en tu presencia-.

 

©

 

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