Espíritu quebrantado, que por las noches lloras en las calles, de aquella antigua ciudad, lloras por tus hijos y su descendencia, de su destino, no escaparan?
Eres un alma en pena, de una diosa que como serpiente te haces escuchar, lloras por el fuego y la muerte que algún día caerá sobre esa viaja ciudad.
Dónde esconderé a mis hijos? Se escucha por la noches a una mujer decir, Dónde los esconderé del peligro? Señora mía, no me gusta escucharla sufrir.
Un rey ataviado de plumas, presiente su muerte, pero aún no sabe cómo morirá, te escucha en su palacio, y se aterra, y llora, pues en tu llanto, escuche su final!
Lloras, porque puedes ver a los cuerpos de tus hijos destrozados por la boca de un enorme dragón, sus armas y sus escudos desechos, su cara ensangrentada, todo aquello hace sangrar tu corazón.
Ya se mueven los suelos y los cimientos, las piedras que a los templos y casas mantienen en pie, hasta la vista ciudad del lago, gran capital, hasta la vista, ya jamás te veré!
Hoy tu llanto, señora mía, anuncia de un siclo el amargo final, lloras, y quién te consuela? Nadie, porque tus hijos, muertos están!
Ya te vas por el mismo camino que llegaste, penando, sin saber a dónde ir, porque del mar viene la muerte, vas a otro mundo, pero del destino, tu gente, no podrá huir.
A su suerte están hijitos míos! Por ustedes no queda más que llorar, porque no importa lo que haga ni cuánto llore, todo lo que existe, terminará.
- Autor: Homo Reus (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2021 a las 21:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, Hidayalina, anárkense
Comentarios1
se movieron todos los suelos con este poema !
De corazón, muchas gracias por los comentarios positivos que haces para uno de mis trabajos. Eso me motiva a seguir escribiendo todavía más. Obrigado pela sua leitura !
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