INTROSPECCIÓN

Camino en retroceso hacia la génesis descontando las horas caminadas, como quien se arrepiente de las tantas horas vividas, sin hacer nada… Páginas y páginas en blanco, entre páginas de ciencia que ya nadie lee, porque hoy son páginas borrosas, que no dicen nada. Camino en retroceso y me asombro. Páginas y páginas de merecidos olvidos… ¿Hacia dónde iba? ¿En qué pensaba? Quisiera detener el tiempo, pararlo en seco y arrancar las páginas que no dicen nada… Todo lo escrito cabría en pocas palabras. Camino en retroceso y siento que la poesía me salva. Quizás por eso mis poemas llevan fecha. Hacen la cronología de mi vida y dejan siempre una lágrima… Retrocedo entre la bruma de versos no escritos que son tantos que siento que mi mente nunca para. Aquí o allá logro rescatar del olvido un olvido, y acaso mi mente rescata un simple verso que me rescata. Caminar en retroceso me fascina… Recuerdo que hice los primeros versos estando en tercer grado, con solo 8 años, de día y de noche mi mente en versos pensaba… ¿Qué poeta no quisiera encontrar la libreta perdida con los poemas de amor de la pubertad olvidada? ¿Por qué entonces cambié el camino? ¿O es que nací en la cuna equivocada? Puedo todavía retroceder hacia la génesis. Todavía me veo en brazos de mi madre. Su voz maravillosa llenaba de música mi infancia. Siento que de pronto la luz me ciega. Abro por primera vez los ojos, y a los pies de mi cuna, mi Ángel de la Guarda espera, espera… mientras lee un libro de poemas que todavía no tiene portada... Frank Calle (21/ 04/2021)