En tiempos de luz
los caminos llamaban
pasos de sultanes disertos.
En tejados una vibra entorpecía
el relinche de corceles negros,
de los sueños la sed se sacia
en ciénagas de lágrimas ocultas.
Querido amigo,
Sólo las barreras contrarían
La pesadez de tus claros,
delante de todo la bruma
que atosiga la calma
hay un lugar en tus sombras
donde la pena nocturna al alma,
tal vez en tus sombras
yace un árbol otoño
en la paz, en las maneras...
Te he visto entre paredes de espinas,
danzando con las voces
que del viento citan perdición,
a la mente, a tu huella.
Menoscaba la herida
que resurge del corazón prisionero,
hace tiempo la lluvia olvidó
parajes donde la luna sometía
corazones en vigilia;
tal vez el desierto es mío,
solo mío.
Tu rostro empaña retratos
en recuerdos perdidos,
¡Oh tiempo eres una víbora
venenosa!
eres la lluvia que se pierde
entre calles, entre rincones,
entre los cabellos recelando
atrapar lágrimas.
Amigo, sé del dolor
obrando en nubes oscuras,
naciste en el frío basto,
en reinos de ocasos perpetuos ,
perennes son las aguas que llenan
los caudales de la melancolía,
sé que cuando ves un espejo
el alma naufraga en sí misma
sobre corrientes arcanas,
espero que seas libre,
amigo mío …
- Autor: amnesiacdaniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2021 a las 00:09
- Categoría: Triste
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, Augusto Fleid
Comentarios1
Impresionante creatividad y una visión impecable para la narrativa un abrazo colega
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