A veces me di tiempo para rezar...
ensayé poses, creé el mejor ambiente,
llegué a mi sensibilidad...
reconocí mis errores que cubren mi cuerpo,
vi también temores que día por medio siento:
la vejez, la muerte, el destino...
también he encendido muchas velas
para ayudar en lo que pueda
a alumbrar el mundo,
acercando los candelabros a las bibliotecas.
Quise ser el mejor,
pero no pude. No pierdo la esperanza... tal vez,
cuando caigan más hojas
con leyendas que convenzan
o cuando asfixien mi vista las consecuencias...
- Autor: Edmundo Onofre ( Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2021 a las 16:36
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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