Me he detenido a contar el tiempo que ha pasado, desde que llegué a este mundo,
con un poco de temor y no lo voy a negar, me he dado cuenta que me resta mucho menos por vivir.
Ya quedan pocos vestigios de aquella niña impetuosa y rebelde que un día fui,
hoy aprecio más ver un atardecer, o ver caer las gotas de lluvia a travéz del cristal de la ventana,
que asistir a una velada ruidosa que solo me causa migraña.
Sueños sigo teniendo y muchos, solo que ahora los sueños son más factibles de realizar,
y el día que deje de tenerlos, ya la vida dejaría de tener sentido y todavía ese día no ha llegado.
Ahora me he vuelto más selectiva a la hora de hablar con alguien,
no quiero perder el tiempo escuchando personas que han crecido en tamaño,
pero no en su manera de expresarse.
Me gusta compartir con gente verdadera, no caricaturas, gente que acepte sus errores,
que sepa reírse de si mismo, gente que no sea como el avestruz, gente que ha sabido crecer,
a pesar que la vida no se la haya puesto fácil.
El tiempo va de prisa y no se detiene a esperar por nada, ni por nadie, y es por eso,
que con lo poco o mucho que me quede de vida, quiero tener tranquilidad y la certeza
que he vivido todos estos años, siendo leal y honesta con mi conciencia.
La vida es una sola, por eso hay que tratar de vivir y saber convivir,
con nuestros semejantes aunque seamos “diferentes”
María B Núñez
- Autor: Barven (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2021 a las 01:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Pilar Luna
Comentarios1
María B Nuñez que alegría saber que estas por esta senda, varios años que nos encontramos en aquellos años que no siendo muchos se añoran, un beso cariñoso.
Estoy de acuerdo con tus ciertas letras, la vida se vive más tranquila ,pero no dejándonos derrotar aunque sea el famoso virus.
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