Mi triste eternidad

 Mi triste eternidad

Dos meses sin ti, mi amor,
llorándote sin límites,
controlándome...
simplemente para no morir de dolor,
sé que no lo permitirías.

Me falta tu café, tu abrazo, tu apapacho
y tu... "saldremos de esta, mi cascas".
Te siento en mi alma,
me sigues dando paz,
cuando mas angustiado estoy.

Nunca te lo dije...
para no quitarle a nuestro amor,
la libertad de estar,
pero sabía que sin ti no podría seguir,
me acostumbré a tu paz,
a la tranquilidad de tu abrazo,
a tus mimos,
a tus tontos caprichos,
a toda esa lección de vida que me dabas.

No te limitaste a decirme soberbio,
sino me enseñaste lo hermoso de la humildad,
del valor de las pequeñas cosas de la vida,
la felicidad que da un domingo en casa,
dormitando abrazados y pensando solo en vivir.

Sesenta días sin ti, son una eternidad,
extraño todo,
aun despierto a buscarte, para saber como estás,
abrigarte si tienes frío
o refrescarte si el calor te arropa
y quedo allí...
en medio de esta amarga soledad,
recordando que ya no estás
y nunca más tendré tu mano,
sosteniendo mi andar.

Sé que estás en mi,
te presiento,
pero y los besos de eternidad prometidos,
los abrazos resucitadores,
la luz verde esperanza de tus ojos, que ?

Como cambiar el mundo que construimos
para vivir nuestro amor,
por el ingrato, de falsas promesas
y abrazos apurados,
de intereses mezquinos
y mentiras calculadas,
al que le huimos siempre...

Hoy los canarios no han parado de trinar,
los bengalíes no entienden el porqué,
pero igual también lo hacen,
las cacatuas, te llaman como siempre,
porque quizá mis galletas,
no les gustan tanto como las que tu les dabas,
los pericos, después de tanto tiempo,
decidieron regalarme la vida y andan criando,
tantos mensajes de vida y yo...
solo quiero tu tibia piel,
solo eso...
tú lo sabes, mi Monita ñeñeñé.

Ron Alphonso
2 de mayo 2021