El silencio impuesto es una condena Contra el silencio la música liberadora Contra el secreto la mente descubridora El ruido atronador es una cadena El eremita disfruta del silencio El joven rokero disfruta con el estruendo El hippy disfruta con su nuevo atuendo El comprador discute sobre el precio La música de Mozart era su medicina La pintura de Velázquez tiene un secreto La condena injusta era por decreto La poesía de Santa Teresa era divina La infancia llora y juega La juventud estudia y enamora El noctambulo espera la aurora El mendigo por una ayuda ruega
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 4 de mayo de 2021 a las 06:33
- Comentario del autor sobre el poema: En épocas de escasez y confusión lo mejor es pensar lo que hemos tenido y lo que tenemos, si lo que somos y ĺo que tenemos se ha conseguido sin hacer daño a nadie podemos darnos por satisfechos.Saludos y feliz martes a los amigos del Alma
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
Comentarios3
Santa Teresa sufrió un juicio de ls Inquisición por haber sido acusada de tener visiones, esto ocurrió en Sevilla aunque al final fue declarada inocente y pudo volver a sus quehaceres, Teresa amaba esta ciudad con sus virtudes y defectos, fundó algún convento que se puede ver en el beĺlo barrio de Santa Cruz, hay que tener en cuenta que en el siglo XVI hacer un largo viaje desde Ávila a Sevilla para la santa y las monjas que la acompañaban no debió ser nada fácil, parar en las posadas y ventas del camino coincidiendo con labriegos y ellas que eran jóvenes y seguramente atractivas. Saludos y feliz martes, hasta pronto
Santa Teresa si subió al cielo seguramente allí se ha encontrado a Fray Luis de León otro español de religión católica que también sufrió como Teresa los rigores de la Santa Inquisición, es que estos judíos no son fiables, ah ahora recuerdo que Jesús de Nazaret era judío ¿ O no? Más vale darse cuenta ahora que nunca
Augusto Fleid, si en siglo XVII se hubieran tenido laboratorios e investigadores como en el siglo actual se habrían podido evitar las terribles mortandades que sufre hoy el mundo, por ejemplo la India aunque reconozco que por terrible que sea el daño hoy día no es nada comparable con lo que ocurrió en Sevilla durante la época de Murillo cuando no había suficientes cementerios para enterrar a tanta gente. Augusto Fleid espero que te encuentres bien, hasta pronto
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