Anduvo siempre a los tumbos
en días y años muy aciagos
y nunca salvó los rumbos,
siervo de poemas y embriagos.
De su fiebre no hubo testigos
silencio de veraz secreto sonoro
como cerril candado en postigos,
bozal y marca de aquél viejo Toro .
Dio fama a sinfonías de bellas letras
alucinaciones de alegres juvenilias
ofrendas a la proscripta, ausente amada.
Padeció abyección nemésica por dos familias,
vil tatuaje memorial en su alma exonerada
pulsión que ni tú, maldito, la perpetras.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2021 a las 22:13
- Comentario del autor sobre el poema: Pura imagenería...que de repente ni uno sabe como se coló, furtiva o no, en su fuente de indócil inspiraciòn.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
Comentarios1
Su poema trajo mi memoria un viejo merengue, que escuchaba en radio F.M. (frecuencia Modulada) y que la distorsión del entorno tecnológico, ponía en mis oídos «♪ a los tumbos metí la mano...»
y en realidad era a «lo oscuro metí la mano...»
Aplaudo su obra no solo por la evocación, sino por su forma. saludos y mis respetos.
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