La niña de Nicaragua
duerme en la calle,
no tiene ganas de vivir,
no tiene a nadie.
El mendigo de la esquina
le cuanta cuentos
que la hacen sonreír,
los escucha con atención
hasta llegar a su fin.
La niña le pregunta
que cual es su nombre,
el mendigo se calla
y nunca le responde.
Oye mendigo, le dice la niña,
¿porqué ayudas tanto a los pobres
si tú eres mendigo
y eres muy pobre?
El mendigo le responde
que el mismo Dios era pobre
y ayudaba también
a los mendigos y a los más pobres.
¿Y si yo fuera Dios
disfrazado de hombre?
La niña se hizo mayor,
y se fue a vivir a un asilo,
a partir de entonces
no volvió a ver al mendigo,
pero siempre recordaba sus cuentos,
era su mejor amigo.
Y recuerda aquellas palabras
que un dia le dijo el mendigo:
Las gentes que se mueren,
siempre están vivas,
porque después de esta vida,
hay con seguridad otra vida,
y al reino de Dios solo entran,
los que son niñas como tú,
nunca dejes de ser una niña...
- Autor: Jolomate ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2021 a las 11:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: MANZANILLA
Comentarios1
EMOTIVO Y BUEN POEMA. Cae precisamente en nuestra sintonia de escribir. ¡ Felicidades ! Estos poemas los escriben los que tienen un corazón bello y grande. Los sentimientos hechos poesia. Muchas gracias por compartir. Un Cordial Saludo. ADANS BECMAN Y MANZANILLA.
Muchas gracias poetas
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