A la flor de mi mente,
una ocultada mano se le extiende,
por su jardín de noche,
donde se apiñan sombras en derroche...
Místico el instante,
penetra su luz que se concentra suave,
en mi sutil florecer,
y me viste con su idea levemente...
Se hace la lumbre,
y una fragancia de enjambre se esparce,
por cada axón que se abre,
inexplicablemente, por mi alma simple...
Y de ello, la simiente,
de un íntimo Dios que me construye,
que por mi fluye,
para partir y llegar, para pasar siempre...
- Autor: el brujo de letziaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2021 a las 02:29
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 72
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