Sentada en el quicio de una ventana,
lo mismo en verano que en el invierno,
una joven rubia con trenzas en su pelo,
espera cada tarde rezando en silencio
ver pasar a los pastores que caminan
entre nubes de polvo sonando cencerros.
La joven se fija en un chico rubio,
de cara redonda y pelos al viento
que siempre o casi siempre se viste de negro
y lleva liada una bella bufanda en su cuello.
Ese pastorcillo de cara risueña
mira a su ventana y la lanza requiebros,
y la chica rubia se mete hacia dentro
y sale de nuevo cuando los pastores
ya se encuentran lejos, muy lejos.
Ese pastorcillo,
de cara redonda y pelos al viento,
pasta sus ovejas por los arroyuelos,
cuando cae la tarde, viene de regreso
y mira a la chica de trenzas riendo,
y cuando la mira con sus ojos negros
la joven sonríe y reza en silencio,
y dice despacio, mi amor yo te quiero.
Han pasado meses, ha pasado tiempo,
y los pastorcillos bajan en silencio,
hoy no viene con ellos
el otro pastor de cara risueña
que siempre llevaba los pelos al viento.
Era una tarde lluviosa de invierno,
parece que las campanas tocaban a muerto,
y pasan los pastores sin sus rebaños
vistiendo de luto y en sus hombros, un féretro,
faltaba el pastor de cabellos rubios,
sin duda era el que estaba allí dentro.
Vienen detrás de ellos todo el cortejo,
todos los viejos que habitan el pueblo
acompañan al muerto con profundo silencio,
y el señor cura canta los cánticos
que se les dice solo a los muertos.
Detrás y rezando van todas las viejas
acompañando a este lúgubre cortejo.
Han pasado muchos años,
apoyada en el quicio de aquella ventana
por donde pasaba su pastor tan bello,
una ancianita de blancos cabellos,
encorvado el cuerpo y manos de huesos,
todavía espera al pastor de sus sueños...
Y cuando pasan de nuevo los pastores
con sus rebaños y sus cencerros,
como vienen haciendo
desde hace tanto tiempo,
reza cada día tres padrenuestros
por aquel pastor de los ojos negros,
de cabellos rubios y pelos al viento...
y dice despacio: todavía te quiero...
Ya no le volverá a ver nunca,
pero su alma le sigue queriendo...
para ella el amor es y será eterno,
y se juntará con él algún día,
cuando viaje hasta el mismo cielo...
JOSE LOPEZ MATEOS
- Autor: Jolomate ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2021 a las 12:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Poeta al atardecer.
Comentarios2
Hermosas letras que describen los hermosos caminos del amor sin carne. Bellísimo aporte y refuerzo de bien para quienes aman con el alma.
Me gustó amigo.
Un saludo cordial.
Poeta al atardecer.
Muchas gracias, poeta al aterdecer. El amor es algo mágico, es la mayor fuerza que hay en este universo para los seres humanos.
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