Cúbrenos como a la flor el cáliz
y guardanos en tu coraza
con el fuego de tu amor.
Llénanos de tu misericordia
hasta hacernos florecer.
Del manzano su fruto seré
y el sépalo tu promesa es,
compañía mía con poder;
de mí depende cuidarlo
y no contristarlo.
¡Ay! Qué sería de mí
si tu presencia me faltare
y el poder en mí se marchitare.
Mejor sería antes que tú me llevares.
¡Oh! ¡Cuán grande es en la tierra,
tu misericordia!.
Que aún el impío vive
y esperas por él.
Que el tibio anda
en tierra movediza
Y lo haces crecer.
Quién pues entenderá tu amor,
¿aún siquiera la madre?.
¡Oh! ¡Cuán grande es en la tierra,
tu misericordia!.
- Autor: shao (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2021 a las 18:57
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, alicia perez hernandez
Comentarios2
Amén!! bendiciones!!
Más que un poema, leo un convinvente plegaria.
Se me estrujó el corazón, soy creyente y rezo por mi y la gente.
Sentida prosa.
Gracias y bendiciones.
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