Caracoles que despiden
aromas y fluidos, nacidos
de la tierra, que se muere
también un poco, contigo.
De tu mano van crepúsculos,
gallos vespertinos, la suma
de cuanto hay y ha habido.
Cacerolas y pucheros, guantes
de látex, y sufrimientos, esperanzas
y cuerpos no conocidos: habitaciones
por ti y para ti, en silencio.
Reptiles y lagartos, espacios;
y esas sombras que se han cogido
de la mano por miedo.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2021 a las 00:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, CARMEN, Augusto Fleid, Anton C. Faya
Comentarios1
Gracias Carmen. Un abrazo.
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