El arrebato propio de la brisa
de su presencia sobria, ausente, fría,
asomó un susurro otoñal, castaño,
ya apagado el fuego de antaño, mortal.
Tan ligera, fue implacable huracán,
los tizones sumían llanto en ceniza
junto a la madera y su sal cobriza.
Moría seca la arbolada argentea
con tal erupción de nube rojiza,
que arropó todo en estéril albacea.
Entonces me perdí, asfixiado, ciego,
con los brazos caídos a raz de suelo,
y al final corre su brisa ausente, oscura,
de rocío fértil, de lluvia moldura.
Martin Blythe
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ne m'oublie pas
- Autor: Martin Blythe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2021 a las 18:57
- Comentario del autor sobre el poema: que tan devastadora puede ser una nube piroclástica, cuando te mira a los ojos.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: César C. Barrau
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