Viernes fiesta de los musulmanes Sábado fiesta de los hebreos Domingo fiesta de cristianos y ateos Lunes fiesta solo para charlatanes No es lo mismo fiesta que festín No es lo mismo boda que bodorrio No es lo mismo juerga que jolgorio No es lo mismo bronca que un motín Un poeta no es un majareta Un ingeniero no es un obrero Un prestamista no es un banquero Un esteta no es un anacoreta Tener mucho apetito no es delito Tener cultura es posible con la lectura Tener alimentos es posible con la agricultura Tener hambre no es estar ahito
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Autor:
argantonio (
Offline) - Publicado: 22 de mayo de 2021 a las 06:17
- Comentario del autor sobre el poema: Contra el dolor el humor, contra el hambre no quiero un mendrugo prefiero un buen Jabugo, contra la castidad obligatoria una jocosa y cachonda y contra un chiste malo un buen palo Saludos y feliz finde a todos
- Categoría: Humor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
Offline)
Comentarios3
Quise decir contra la castidad obligatoria una jocosa y cachonda historia, gracias por vuestra amabilidad
Sentí curiosidad por conocer Tánger porque en el servicio militar en la marina tuve amistad con un marinero natural de esa ciudad, que me dijo, donde yo vivo tú no te aburres porque hay fiestas tres días cada semana, viernes, sábado y domingo, entonces despertó mi curiosidad y puedo decir que comprobé que era verdad y que además Tánger fue un hogar acogedor para muchos europeos de todas las religiones
Feliz domingo y hasta pronto
Augusto Fleid, estuve hace tiempo en una ciudad maravillosa Budapest tenía una amiga húngara que me contó como era la convivencia con los soviéticos que todavía tenían destacamentos y que no era nada fácil, la sociedad estaba bastante dividida, una noche cenamos en un restaurante de lujo con una orquesta de gitanos húngaros o zingaros pero para que conocíera el otro lado de la sociedad otro día comimos en un restaurante para pobres, allí cada persona llevaba su plato en las manos y una señora sacaba con un cazo algo de un cocido popular de allí, no había música sino un atmósfera triste, menos mal que con la amiga conocí otra parte de Hungría inolvidable. Augusto Fleid un verdadero placer comunicarme contigo, hasta pronto
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