Tumbado de espalda al cielo,
llamó mi atención una florecilla,
tan pequeña, y tan sencilla,
que su sombra era un negro pelo.
La paz yacía en el paisaje,
hasta que un leve zumbido,
de una abeja desde su enjambre nido,
anunciaba a mis oídos su viaje .
La flor con los pétalos vasallos,
lanzaba una amorosa llamada,
ofreciendo su corona polinizada,
y un balanceo continuo de su tallo.
La brisa le soplaba con atino,
volatizando la semilla de la vida,
otras florecillas eran bienvenidas,
Ya sola, se entregó a su destino.
José Antonio Artés
- Autor: José Antonio Artés (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de mayo de 2021 a las 19:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, Augusto Fleid
Comentarios1
Lindo poema. Antónimo de flor marchita.
Pues florece, muy deprisa.
Parece flor de Margarita.
Tu cielo tenía una linda mirada.
En blanquecina nube, iluminada.
Observaba como padre preocupado.
Melancólico, callado, vislumbrado.
Llegarán renovados florecientes días,
Escucharemos sonrisas fervientes,
Al comenzar, el día.
El tiempo me fue propicio, para escribir.
Palabras, que el azúl cielo, quería decir.
Me despido. Deseándole un feliz día.
Muchas gracias por tu agradable comentario. Feliz día igualmente.
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