Cada tiempo que pasa me recuerda a ti, cada momento que no estuve contigo me hace sufrir. Con tus ojos de ternura y rostro de experiencia, encendiste en mí una fogata maternal. Envidio todo comienzo, y lamento de todo corazón tu final. Tu comienzo es vida en mí, y tu final lo que dejo de existir, dejando como herencia una ternura infinita que vivir. Llenas mi alma con tus preocupaciones, y siembras en mi persona tu sabiduría. Extraño tus momentos en la cocina, donde un pedazo de pan conmueve a un banquetee de alegría. Mis lágrimas escogen cada detalle, el quererte abrazar, el darte más de lo que nunca te di, y rescatar más tiempo para mí. Me quiero entregar a tu pasado, para adorar la niña, la joven, y la madre que me falto conocer. Me has entregado la virtud de ser nieto, para adorarme con todo tu ser. Reconozco que fuiste niña mimada por tu padre, y muñequita sentimental para tu madre, estudiante infantil y protagonista de un primer amor que vivir. Me relato a la vez, tu vida juvenil, amigas y amigos que descubrir. Ser madre por primera vez, con tu corazón entregado a tu primogénito sin mucho que saber. No tengo ojos para imaginarme tu niñez, y menos para adivinar tu infancia. Tanto te extraño y tanto te quiero, que ni el tiempo y menos tu pasado, interpretará otra versión de cuanto te amo.
- Autor: Antonio Liz ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2021 a las 00:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios3
Cuando el corazón habla del mas puro sentimiento por vuestra abuelita y el tiempo no alcanza para amarla mas. Saludos
Gracias, tus letras fueron para mí, un viaje al pasado. Un pasado con abuela.Confieso que lloré al recordar su bondad y eterna sonrisa.Dios te bendiga.Saludos.
Amen
Extraño tus momentos en la cocina, donde un pedazo de pan conmueve a un banquetee de alegría. Mis lágrimas escogen cada detalle, el quererte abrazar, el darte más de lo que nunca te di, y rescatar más tiempo para mí. Me quiero entregar a tu pasado, para adorar la niña, la joven, y la madre que me falto conocer.
....................
Los abuelos merecen reconocimiento a su labor de educar, aconsejar y consentir con mucho cariño. placer leer.
saludos poeta
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.