El último día de Mayo.
En un rincón me enrosco, quiste de huesos y carne
áridas tardes escosen mi piel y llego apenas,
apenas a la noche, sacando la lengua y
apretando los dientes…
sediento de alcohol y desvelos
pero también de depravación y lamentos.
Tengo la horrible costumbre de cortarme las venas a mordidas
de curar mis heridas con saliva…
pero nunca acabo la tarea
primero se me acaba el hambre
hay una rosa seca sobre la mesa
y el polvo lo cubre todo,
aquí no se mueve nada
es una tumba muy grande mi casa
y cada vez a mi alma,
le queda más grande la carcasa
la misma transmutación del humo que me como
y que me mancha las fauces
que el espacio que de a apoco me aprieta más.
Perdido en las calles viajo libre
más siento la cara entumida y los pies fríos
pero así de pequeño y roto…
espero un día salir de aquí
que no hay nada más que obscuridad
y aún más deseo que no pudiera volver…
que saliendo de aquí no llegará de nuevo
a ese lugar donde
todo es color carmín celeste.
- Autor: Pepe Golpe (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2021 a las 02:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: LEONARDO HENRRICY, Augusto Fleid, Martha patricia B
Comentarios2
Qué expresión del alma más aguda y real.....Bella en su dolor como sombras que se alimentan de sus propios infortunios que se hacen realidad al entenderlos........
espero le haya gustado, saludos.
Extraordinariamente lúgubre.
gracias
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.