La noche se posa solemne, y yo, tan tibiamente humana, me siento aplastada por el inmenso cosmos que gira inmutable a mis ojos ensobrecidos.
¡Qué bello el poder mecerme en las estrellas! qué tierna envidia tengo a quienes, sumergidos entre los astros esfuman sus dolencias. Pero la tierra me tiene atrapada la carne en su frondoso y terco suelo. Y me resisto, me resisto a las ramas finas saludando por mi ventanas al filo de la nada y al canto del animal nocturno, herido de saberse sin palabras, y al bosque imaginario de mi instinto primitivo…
Me disuelve el tiempo. La nostalgia me sostiene en la orilla del mundo entre sus blandos y cenizos brazos.
- Autor: Necro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2021 a las 05:34
- Categoría: Triste
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Andrés Romo
Comentarios1
Me gusto mucho, es muy bonito
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