DEVOCIÓN LABRIEGA
Después de la labor del día
al ocaso, del brillante sol
Vuelve, el labrador con alegría
al rancho, para alabar a Dios.
Éste, con su creencia plena
se dirige, a Dios en oración.
Su alma, de placidez se llena,
sembrando, en sus hijos devoción.
Así duerme, sin ningún temor
en espera, de la nueva aurora
para luego, sus labores iniciar.
Buscando en ellas, alegría y amor
para dar, a su alma labradora
la paz, que le dará su trabajar.
"jureme"
- Autor: jureme (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2021 a las 11:02
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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