Como rocas, hoy,
caen las palabras.
Así, tan húmedas,
lentas, rugosas y hostiles,
muebles desvencijados,
caen, hojas por el viento
disueltas.
Abrasando el cuerpo
de quien las dicta, asomadas
al brocal de estrellas
de los pozos inferiores.
Haciendo ruido, polvo,
rompiendo rostros, devorando
cálices fríos y vértices.
Sótanos derrotados
por la belleza, sombras.
Algún látigo de espesa niebla,
de corrosión interna, especialmente
un mausoleo, quizá, mármol deteriorado.
Sobre la vaina incierta, la aspereza
el ratón degollado, el suplicio de sus dientes,
mordiendo ateridos, los hoscos hórreos
disecados.
Un collar de íntimas emociones:
bruscas inclinaciones, básculas indecisas,
pesados mármoles que el cuerpo atesora.
Y sin vueltas, toscas ruinas de un manómetro,
de unas ruedas, de un vertedero. Allí,
junto a las luciérnagas-.
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 3 de junio de 2021 a las 08:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Jorge Horacio Richino, Anton C. Faya, Augusto Fleid, Pajarillo
Comentarios4
Muchas gracias, Ben.
Abrazo.
No entendí pero bien. Muchas gracias. Abrazo Luis.
Te agradece tu poesia Ben... Y yo tambien... Muy buena...
Gracias Anton, estuve un tanto suspicaz, lo siento, un abrazo fuerte!!
Qué bien escribe, un gusto conocer sus letras. Excelentes metáforas.
"Un collar de íntimas emociones:
bruscas inclinaciones, básculas indecisas,
pesados mármoles que el cuerpo atesora.
Y sin vueltas, toscas ruinas de un manómetro,
de unas ruedas, de un vertedero. Allí,
junto a las luciérnagas-."
Muchas gracias Lucía, por tan lindas palabras. Un abrazo
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