Inclínese el árbol sirviendo a su afán
de su fresca madera ofrece gusanos
luego encuéntrase él
entre canto de pájaros
o entre ruido molesto de un charlatán
Quien afirma que sabe a que pertenece
que poco le aguarda el instante presente
vive en la fría noche
que nunca amanece
la vida nos guía en su dulce torrente
El humano que no es capaz de inclinarse
no rinde cuentas con su fúnebre viaje
-Todo perece-
hasta el mas bello paisaje
La única forma de frenar esta huida
es pensar que el alma
nos vive escondida
agotando las formas
integrando la herida
- Autor: Memento (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2021 a las 15:41
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, alicia perez hernandez
Comentarios1
INTERESANTE TEMA QUE NOS LLEVA A LA REFLEXION.
BENDICIONES Y SALUDOS POETA
¡Muchas gracias por tus palabras Alicia!
Llevo un tiempo reflexionando sobre la inclinación y su necesidad, como actitud interior. Me he dado cuenta de ello gracias a tu comentario y la ultima poesia que justo acabo de escribir. ¡Un abrazo!
Hay muchas maneras de inclinarnos, por ejemplo, reverencia, orar, saludar, y tambien con los años los huesos se van inclinado hacia enfrente, me llamo mucho la atención el cierre que le das a tus hermosos versos y me siguen pareciendo interesantes para reflexionar.
Abrazos y saludos, bonito día!! Bendiciones poeta Ivan
¡Que curioso esto de los huesos! Es cierto y no había caído en ello. Gracias por apreciar mis versos Alicia. ¡Que tengas un buen dia tu también! Un abrazo 🙂
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