“Pátzcuaro, momento aciago . . .”
El lago está moribundo,
sin embargo, en lo profundo
de su más sangrante entraña,
cual lagrimal que se empaña.
Brotan los ojitos de agua,
la naturaleza fragua
recóndita, restringida,
una posibilidad de vida.
Pocitos intestinales
quieren curarle sus males
al estanque michoacano,
desean a “japhonda” sano.
Ecológica esperanza
ya que la lluvia no alcanza;
mientras resurge esa veta,
han de tomar la estafeta.
Chapultepec, Urandén,
San Pedrito, sin desdén,
venajes de agua bendita
que la cuenca necesita.
Surtidores reducidos
tras lamentos, tras quejidos,
con su más sincero llanto
anhelan colmar tal manto.
Descubierta está la fuente,
de manera inteligente
habrá que explotarla en pleno
y hacer que surja de lleno.
Pongamos la fe en afluentes,
en acuáticas simientes,
los veneros escondidos
siempre serán bienvenidos.
Aunque ha estado muy ausente
la humedad se hace presente,
que nazcan más manantiales
con líquidos celestiales.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Lago de Pátzcuaro, Michoacán de Ocampo, México, a 05 de junio del 2021 (Día Mundial del Medio Ambiente)
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Foto: Manantial del Muelle de Urandén . . .
- Autor: Gonzalo Ramos Aranda ( Offline)
- Publicado: 5 de junio de 2021 a las 19:48
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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