Ven conmigo, en la inmensidad, en el infinito.

Si me das tu mano, cariño, podría llevarte a navegar. Podría llevarte a lugares conmigo y amarte en cada parte de ellos, podría besar tus labios tan lentamente y con amor, incluso, podría amarte a cada lugar y cada parte donde estemos.  

Por qué sinceramente, la inmensidad no me parece tan grande cuando estás conmigo, el tiempo y el espacio se reduce a 0 y la lejanía de las cosas es inexistente. La distancia de tus labios y los míos está ahí, más quisiera que no. Tal vez si te acerco a mí y te digo poesía o si te enamoras de mi llegues a besar a este tonto.

Cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por tí, con esos ojos que podrían iluminar cualquier constelación y existir plenamente en el infinito. Mi amor por ti querida tiende a ser un poco extraño y algo ambiguo pero no inquebrantable. Ya que lo que eh sentido por ti no lo cambiaría ni por todas las estrellas de el infinito.