La oscuridad de un cuarto cubría tu cuerpo. Lentamente mi misión era descubrirlo, al tacto.
Comencé por quitarte la blusa escotada que tenías, si bien al principio podía imaginar lo que escondías, la realidad superó por mucho a la imaginación.
Seguí por quitarte la falda, no muy corta, que no permitía dimensionar la hermosura de tu cuerpo.
Me dijiste que querías que te hiciera lo que nadie te había hecho. Te diste la vuelta y entendí tu indirecta.
Me acerqué a tu espalda y comencé a desabrocharte, cuando cayó al suelo, comencé a acariciar tus suaves pechos, mi mano recorría cada parte de ellos, primero con un toque suave los sentía, la circunferencia que los hace una delicia, para continuar con tu pezón y darle un caballeroso pellizco.
Mi otra mano por el contrario acariciaba tu cintura con una fuerza distinta, un poco más fuerte, sin lastimarte. Solo para acercarte a mi cuerpo y sintieras la reacción que provocaban tus pechos...
- Autor: JG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2021 a las 20:18
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 79
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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