El que corre con lobos-

Siempre me pareció mi nombre falso: Ángel.

Significa el mensajero de Dios, como mi padre.

Me hubiera gustado tener un nombre como el corre con lobos.

Haría referencia a la comunidad humana en la que vivo y de la que huyo, y a mi afición a salir de paseo a correr con mis “ lobos”. Aunque son perros y si me apuran, quizás sean chacales los que tiran de mi bicicleta o del trineo en los paseos por una especie de exilio de mis semejantes que se me ha impuesto por manifestar mi rabia hacia los asesinos de este pueblo.

Para la autoridad soy , o mejor fui, una especie de lobo solitario, por escribir sátiras sociales. Ahora solo soy un desterrado de su comunidad, un penado que quizás vuelva a la sociedad cuando termine de cambiar, y no diga nunca nada que haga rabiar a los perros de la autoridad mientras todo sigue igual menos Yo.

No me importa dedicar mi tiempo a vivir con lobos, alejado de los hombres que me desprecian. Existiendo en mi conciencia los recuerdos que han silenciado por mucho que he querido contar las torturas sufridas por los que hablan de paz, prosperidad, igualdad, valores cristianos, lo bien que va la economía, lo útil que es la policía, el ejército, la iglesia, y los que se preocupan por la clase trabajadora, el progreso y mil cosas dignas de elogios ,y de mis sátiras, o las de cualquiera que les dedique unos minutos a escuchar lo que dicen y ver lo que hacen.-

Las alambras de violencia caen siempre sobre los hombres y los animales en todas las épocas.

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Pero no han conseguido con toda su represión que sienta la misantropía, y el fanatismo moral inquisitorial de los que llaman hijos a sus perros y puercos a los hombres, o de los que hablan de la grandeza de la democracia, la economía y los derechos humanos de España.

Son aún mis amigos lobos y hombres.

Especialmente los que no sean de mi raza española , ni de la cultura de mi tiempo.

Verdaderamente una raza en la que me ha engendrado y que me es extraña, como hipócrita es su cultura.

Un Voltaire es mi amigo, un Dante, un Shakespeare.

Veo a estos hombres vivir en comunidad y en armonía.

Pero solo a los hombres que no dudan de si mismos ni de sus valores, los que están empeñados en romper la comunidad y la armonía de todas las especies.

Ángel Blasco.