Como se deja la vida,
simplemente, a trozos
o fragmentos. Así también
te alejas sin cuidado y sin
altivas pretensiones, dedicando
exclusivamente un espacio
a tus desalojados pensamientos.
Pues son éstos y no aquellos,
los ríos que van a parar a la muerte.
Desechos sin trascendencia, olvidos
sin descuido, memorias ya deshechas,
por el afán del ruido o del silencio.
Y entre las ciudades paseando,
sin voluntad, sin ganas, derribas
pasados mitos y antiguas cabelleras:
no hay becerro de oro que sustituya
a tus dioses muertos.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2021 a las 21:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, María C., AnnaSerena28
Comentarios4
Así es, ''no hay becerro de oro que sustituya a tus dioses muertos...''
Saludos y abrazos fraternos
Gracias mil querida María. En realidad nunca pensé en su vertiente religiosa, más bien, y al contrario, en su lado más humano, o más terrenal. Gracias como siempre por tu interpretación personal, un abrazo!!
Se entiende el lado humano y terrenal.
Un doble abrazo, y merci a ti.
Gracias a ti, abrazo!!
Genial final... Te felicito mi amigo...
Muchas gracias estimado amigo. Un fuerte abrazo!!
Muy bueno, Ben.
Saludos.
Muy agradecido Anna, un beso!
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