Dejando a un lado
los abrasivos conceptos
las taciturnas narices contagiadas
los aspectos nocivos
que augura un prospecto integrado
y ese sueño de las amapolas cuando
emergen del subterráneo, estamos,
y espero sepáis comprendedlo,
lejos de las tardes almidonadas
lejos de los cuellos envejecidos
lejos de las reliquias antiguas
lejos de los mares embravecidos
lejos de los relojes como omóplatos
lejos de las ignorantes fases lunares
lejos de los infantiles cuerpos celestes
lejos de los camiones que atascan la basura
de la galaxia,
y, efectivamente, lejos
de los galanes de cine con cuernos de diablo.
Estamos tan cerca, realmente cerca
de los aproximados ojos histéricos
de las voluminosas hojas acariciadas
de los espantos que producen las armonías
de las caderas astilladas por el fémur y cerca
de los demonios que nos saludan con infame
glotonería.
Pero, y abrazando cualquier teoría poética,
estamos tan lejos
que ninguno podría contar su historia práctica
en mitad de un naufragio donde nadie alzó
estúpidamente su dedo.
Sí, lejos, cerca, conceptos
sí, cerca, lejos, ideas
mas los demonios saltan de las cucharas vencidas
y de los objetos, de los ventanales en prácticas
y de los vecindarios atomizados.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 16 de junio de 2021 a las 23:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana, Anton C. Faya
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