(A la memoría de mis pentabuelos)
Tengo una pena escondida,
que viene desde mi infancia.
Nada sé de mis ancestros,
sus huellas no son visibles
tengo un árbol sin raíces
no sé de donde provengo,
soy como un hombre sin raza.
Imagino la pena difícil del hijo sin padres;
No el que los perdió en la guerra,
porque los llora en su cama;
No el que tiene un recuerdo de familia,
una imagen siquiera,
un nombre y un apellido,
un pedazo de su casa.
Pienso en aquellos que nunca,
............. NUNCA .............
tuvieron la herencia de un nombre,
la huella de su linaje,
un documento legítimo,
una tumba de familia,
con los restos de sus padres.
Sé que soy afortunado.
Viví mis padres por décadas,
Aunque mis abuelos ya no estaban.
Tuve hermanos, tíos y primos,
un árbol con muchas ramas;
y tenemos hijos, y nietos,
y casi bisnietos…
Perdidos en el futuro seremos pentabuelos,
y tendremos pentanietos,
que de nosotros no sabrán probablemente nada:
quién sabe si buscando su linaje
encuentren estas palabras.
Pero hoy, con tantos años de vida,
sigo teniendo escondida una pena de la infancia:
soy un árbol de cortas raíces,
mis ancestros se pierden a mis espaldas…
¿De quién seré pentanieto?
No me importaría si fue un héroe de la guerra
o si fue una simple madre con muchos hijos,
y de tantos y tantos nietos que tuvo,
hasta mi simiente llegaron sus ramas.
Daría lo que no tengo si al menos en sueños
la máquina del tiempo me deja una esperanza…
¿De quién seré imagen y semejanza?
Ironías del destino que nos abre un camino,
que solo avanza.
No sé de dónde provengo.
Ni sé si debajo de mis plantas
se encuentran las ruinas de mi casa.
Siento que soy como un hombre sin historia.
Siento que soy como un hombre sin raza…
Frank Calle (16/ junio/ 2021)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de junio de 2021 a las 02:45
- Categoría: Familia
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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