Mis manos hacen ondas
En la quieta agua del lago
En esta solitaria barca que cada día se aleja más de la orilla
Es de noche y no veo el destino
Hace frío y no hay cerca ningún abrigo
Perdí los remos en medio del viaje
Me arrastro en el agua sin sentido
Y en la soledad se han apagado todas las luces
Alzo mi rostro al cielo, buscando ayuda
Al final, dejo de remar con mis adoloridas manos
Y me lanzo al agua…
Boca arriba floto a la deriva
El río de estrellas se mueve y trato de fluir con ellas
Su luz lastima mis ojos
Es lo último que veo antes de hundirme…
El agua es más fría en lo profundo
El silencio es el mudo testigo
Pero nunca logro tocar el fondo
En el negro infinito me hundo
Hasta convertirme en el lago…
- Autor: Raúl Bonilla ( Offline)
- Publicado: 17 de junio de 2021 a las 13:37
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Peregrina, Violeta, fabian cuadros
Comentarios3
Interesante!!
(percibimos al principio que nos estamos perdiendo, luchamos, nos adaptamos...
pero a final nos acostumbramos,
somos uno, y ya no luchamos)😃
será eso? o mi interpretación a nadado muy lejos?...
Saludos
Muchas gracias por su comentario! Muy buena su interpretación. Me gusta que cada quien tenga la suya propia. Pero básicamente trata de eso, de adaptarse para sobrevivir!!
Qué lindo..! Me gustó..!
Algo así como fusionarse con el todo, desde lo puramente espiritual. Esa fuerza que lo gobierna todo; dejándonos llevar, cuando no le resistimos.
Bienvenido a compartir poesía
Un gusto pasar a leerlo
Saludos amistosos de
Peregrina
Muchísimas gracias!!! Lo escribí en momento difícil.
Un saludo igualmente!!!
oh maravillosa poesía donde se desembocan las fluidez de las letras. encantada en leerte y bienvenido a este mundo que para mi es mágico, saludos cordiales.
Muchas gracias!!! Y sí, éste es un mundo mágico
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