La azul noche azabache del otoño se columpia
en la semi esfera estelar, constelación de Orión,
y más acosadoras y pestilentes nostalgias envía,
indiferente a elásticos saltitos del mínimo gorrión.
El fresco día joviano desliza la gobelina alfombra solar,
blanquiverde ambulancia trae graves anuncios con sirena
sonoridad de repitencias sintomáticas de un giro infeliz,
negra carroza de casta popular prepara danza de la pena.
Allá van cabizbajos los afortunados fugitivos del hisopado...
dejan susurros,triste consuelo como desafinado fado portugués
al correr de dos años y algo más de crecientes incertidumbres
cuando desde el código etario todo parece salir al mortecino revés.
Por el norte cardinal adviene aterido y tosiendo, viejo el invierno;
antárticos fríos fijos en el temblororo subsuelo del termómetro
que en la exigua mesa del pobre, rápido se agota el guiso flaco
viéndose ya, potente excavadora, mecánico rito en función retro.
¡Velas ceremoniales a mano! Supervivencia secular nos salvará;
vendrán pronto muy benditas las nutricias yemas primaverales
que se irán tal vinieron malditas probanzas de virósicas coronas
y nos sonreiremos,bella Proserpina,entre hortelanos dulces perales.
- Autor: Charo. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2021 a las 17:07
- Comentario del autor sobre el poema: Optimismo y consuelo que la especie ha superado siempre crueles designios, cuando se colorean de letales pesticidas.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: rosi12
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