La sombra densa de la nube
Sobre las almas desnudas agitando el viento
La noche negra, sin tiempo, despiadada
Tu alma y mi alma solas, acongojadas
El invierno cruel que nos devora
Mi alma y tu alma libres,entre pastizales fecundando la mañana
Somos la partícula de tiempo que se suma a la vida
Esperanzados en el cielo que se asoma a la mirada
La negra noche que nos acecha y demora
Y nuestras almas que disuelven entre sábanas y auroras
Suspirando versos, inquietando vientres
Rogando a Dioses ofrendas y oblaciones
El tiempo que se detiene acariciando pieles
Y nuestras almas que imploran,
El aroma que se convierte en azucena
La brisa que nos conduce a la primavera
El corazón que ha encontrado otro latido
Nuestras almas que se desarropan sobre el mar y la montaña
Mi alma que duerme quieta, tu alma que nos resucita
Mi alma que se conmueve, tu alma que con un beso todo lo agita
Mi alma que en el viento vaga, cuando tú alma me acaricia
Tu alma que se humedece, cuando mi alma con su palma roza tu vientre
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de junio de 2021 a las 12:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid, Martin Blythe
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