En la fila estaba todo el mundo
de la ciudad cosmopolita....
y abrieron el cajón del occiso
y uno de ellos besó al muerto
y luego el siguiente y luego el siguiente
y luego el siguiente.... y así filas interminables
el olor a muerte impregnaba el velatorio de la iglesia...
cuando todos terminaron con los labios morados de tanto besar
llegó el cura y le dió un señor beso al fallecido, se persignó
y se fue a sentar y a pensar en los millones de todas las iglesias
y en que lo gastaría las próximas vidas
.....................
luego todos se fueron a la morgue
de la ciudad
la luz ocre se expandía desde la entrada a la salida
uno de ellos abrió uno de los casilleros y un muerto desnudo apareció
lo empezó a besar por todo el cuerpo
luego otro abrió otro casillero
y era una occisa, muerta hace 1 semana...
sin dudarlo el ciudadano de buen nombre
la besó de pies a cabeza....
y así pasaron días y días
donde llegaban nuevos ciudadanos
a besar a los muertos y mezclar su saliva
y los olores y sudores de los fallecidos...
Ya nadie trabajaba ni quería trabajar
Ya nadie creía en la música, la literatura ni la pintura o el cine
simplemente ya nadie quería trabajar
solo deseaban con todo su ser
que amaneciera para volver a besar
muertos, así hasta que llegaba la noche
luego de un largo sueño
- Autor: Francisco Dreamer (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2021 a las 08:30
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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