Naranjo en tu laberinto,
desde Gádor a Rioja,
naranjo que Almería aloja,
con la solera del vino tinto.
Tus hijas, de piel amarga,
de carne ácida y anaranjada,
sangran la pócima amada,
e invitan, a una fiesta larga.
Cuando la primavera asoma,
blancas esmeraldas te adoran,
y de alegría lloran,
esencias de un intenso aroma.
Por las calles de los azahares,
fragancias entrelazadas
erguidas, y agarradas,
dejan huellas con los andares.
De tristeza, a veces, falleces,
y la tristeza se expande,
entre nostalgias tan grandes,
que al río Andarax, desvaneces.
José Antonio Artés
- Autor: José Antonio Artés (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2021 a las 11:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Augusto Fleid
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